La falta de medios ha llevado a la Consellería de Cultura y Educación gallega a retomar la política educativa que ya practicaba hasta 2009 y que permite agrupar hasta 25 alumnos de primaria e infantil en una misma clase. Según denuncian los sindicatos, un niño de 3 años también podría formar parte de esa clase, aunque entonces en ratio bajaría a 20 alumnos.

Con esta medida, por ejemplo, un niño de 3 años y uno de 12 podrán compartir profesor, aunque éste deberá seguir el temario previsto para cada franja de edad e ingeniárselas para mantener ocupados a unos, mientras trata de explicar la lección a otros y mientras, por ejemplo, atiende a un niño con necesidades educativas específicas.

Según explican a 20minutos.es fuentes de la Consellería, la razón para retomar una práctica que se realizaba hasta 2009, sobre todo en zonas rurales, es la entrada en vigor del real decreto 8/2010 de medidas extraordinarias para la reducción del déficit público. Este real decreto que obliga a reducir el gasto público convertía en papel mojado el preacuerdo firmado con los sindicatos para reducir el número de alumnos de distintas edades por aula, ya que implicaba mayor número de aulas y profesores, es decir, mayor gasto.

Los sindicatos niegan esta explicación. Desde CCOO en Galicia califican de "absolutamente mentira" que el real decreto obligue a la supresión de aulas, ya que una de las medidas para reducir el gasto público es, por ejemplo, la reducción de los salarios de los empleados públicos.

Los centros rurales serán los más afectadosTodavía no existen datos de cómo quedará el mapa educativo de Galicia ni de cuántos alumnos se verán afectados por esta medida. Un inspector educativo deberá decidir, centro a centro, las necesidades específicas de cada colegio público y determinará dónde es posible el reagrupamiento y dónde no, dependiendo de si hay niños con necesidades educativas especiales o de si el reagrupamiento implica superar el ratio permitido de alumnos por aula.

Aunque los centros rurales serán los más afectados, también pueden darse casos de clases reagrupadas en los colegios de las ciudades pequeñas.

Al margen de los posibles déficits educativos que pueden darse en clases donde niños de edades tan dispares se ven obligados a compartir recursos, CC OO alerta de que esta situación que se vive en Galicia se repite en comunidades como Castilla-La Mancha, Castilla-León, la Comunidad Valenciana y, Andalucía, en menor medida, y sobre todo en provincias como Granada, donde existe gran número de pequeños pueblos diseminados.