El Congreso ha rechazado tramitar una propuesta de las Cortes Valencianas para castigar las ofensas a España y a sus símbolos en eventos deportivos, una iniciativa que el PP quiso que se discutiera en este pleno, pero que este martes, tras el debate, ha pedido incluso que no se votara.

La proposición valenciana llevaba registrada en la Cámara desde abril de 2008 pero no la incluyó en el orden del día hasta la semana pasada, gracias a la mayoría del PP, que ha pedido, tras el debate, retirar la iniciativa al considerar que lo que planteaba ya estaba recogido en la ley del Deporte de 2007 y que el Gobierno emprenderá una reforma más amplia y profunda de la ley.

La diputada del PP Miriam Blasco, que ha explicado la posición de su grupo, y el diputado autonómico, David Serra, que ha defendido la iniciativa, han pedido que no se llegara a votar, pero el presidente del Congreso les ha advertido de que no era posible.

El debate se ha producido tres semanas después de la polémica por la pitada que hubo en la final de la Copa del Rey cuando sonaba el himno nacional, aunque Serra ha desvinculado totalmente su iniciativa de aquel episodio. Según ha explicado, fue promovida en 2005 a raíz de que en un partido en el Nou Camp, entre el Barcelona y el Osasuna, se mostraran pancartas a favor de los Países Catalanes, lo que supuso una "clara agresión" a la sensibilidad del pueblo valenciano. Fueron unos hechos "intolerables" porque incluyeron a Valencia como parte de unos "inexistentes e inconstitucionales" Países Catalanes, ha afirmado.

La propuesta valenciana, que no especifica si las pitadas pueden ser objeto de castigo, contempla incluir como infracción muy grave la incitación de "ofensas" o "ultrajes" a España y sus comunidades o a sus símbolos y emblemas en acontecimientos deportivos, lo que sería considerado actos de contenido político ajenos al deporte. También lo serían, ha detallado el diputado valenciano, aquellos actos que provocasen discriminación, odio o violencia contra grupos por motivos racistas, ideológicos o religiosos. David Serra ha afirmado que con esta proposición se daría un "paso importante" para separar la política de los de los eventos deportivos.

En este largo debate, que ha durado una hora y media, la oposición ha censurado al PP por traer a la Cámara una iniciativa "absurda" e "inútil" e incluso "legislativamente un bodrio", como la ha calificado el portavoz socialista Manuel Pezzi. Ha atribuido a la presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre, la "resurrección" de esta propuesta valenciana por alentar la polémica antes de la celebración de la Copa del Rey con el objetivo de impedir que se hable del déficit madrileño o del "rescate".

Otros portavoces, como el de ERC, Alfred Bosch, han recurrido a la provocación al desplegar una bandera independentista catalana, que el presidente del Congreso le ha pedido que recogiera. Martí Barberá, de CiU, ha dicho que introducía un debate "artificioso" y que parecía responder a criterios "políticos o ideológicos". "Es mucha, mucha casualidad" que este debate se produzca tras la Copa del Rey, ha recalcado.