Entre un 3 % y un 4 %. Ese podría ser el interés del préstamo a los bancos españoles que el pasado sábado aprobó el Eurogrupo, según el portavoz de Asuntos Económicos de la Comisión Europea, Amadeu Altafaj, que ha dicho que estas serían unas cifras "razonables", aunque ha dejado claro que las condiciones aún no se han concretado.

En una entrevista en TVE, Altafaj ha recordado que los detalles del rescate se conocerán en "pocas semanas" —cuando se evalúe al sector— y ha insistido en que "no es un rescate de banqueros ni de accionistas, sino de un sector que debe aportar el motor a la recuperación de la economía española".

No obstante, el portavoz ha indicado que el Estado español será el responsable en último término de la devolución del crédito, ya que es el que firmará el memorándum, y que las condiciones, "muy rigurosas", se ceñirán a todo el sector financiero, "no sólo a los bancos afectados".

No obstante, ha señalado que el crédito "en condiciones muy favorables para la economía española" debe hacer que las entidades con problemas de solvencia se fortalezcan, y el dinero pueda devolverse a través de mecanismos de mercado, como fusiones o adquisiciones.

"Si no, evidentemente el Estado español es efectivamente el garante y los fondos públicos serían los que deben ayudar a la recapitalización, pero no se trata de salvar bancos a cualquier precio, y por supuesto no a banqueros ni a accionistas", ha recalcado.

El portavoz de la CE también ha subrayado que en principio el préstamo y los intereses computan como deuda y no deberían afectar al déficit, al tiempo que ha confiado en que no será necesario aportar los 100.000 millones de euros ofrecidos "si las cosas se hacen correctamente".  El motivo por el que se ha puesto ese tope, ha detallado, es para disipar cualquier duda en los mercados.

Según Altafaj, no ha habido ninguna presión sobre España -"va siendo hora de desdramatizar" este tipo de decisiones- y "por supuesto" habrá visitas de funcionarios de la CE y del BCE y "quizá también del FMI", organismo que aunque no participa directamente en la ayuda sí lo hará en la supervisión.

En este punto ha ironizado con los denominados "hombres de negro", diciendo que son ciudadanos europeos "que están del lado de España en su conjunto". Ha insistido, además, en que el crédito es diferente del resto de programas de rescate dirigidos a Grecia, Irlanda y Portugal.

Por otra parte, ha elogiado la celeridad y determinación del Eurogrupo de reunirse el pasado fin de semana y tomar decisiones "en apenas dos horas" y ha recordado que se ha hecho de esta manera porque los mercados están cerrados y había que evitar especulaciones y rumores.

El portavoz asegura que el fondo de estabilidad financiera y el mecanismo de estabilidad que se pondrá en marcha pronto prevén dar este tipo de ayudas a países que estén en conformidad con las obligaciones del Pacto de Estabilidad.

Por último, ha subrayado que la ayuda financiera no supone condiciones adicionales como nuevas medidas de austeridad porque "las reformas ya se están haciendo", aunque ha recordado que "evidentemente nadie da nada gratis" y habrá una supervisión.