Dos de ellos se estrellaron contra las Torres Gemelas del World Trade Center, el tercero fue conducido contra el Pentágono y el último cayó en un campo de Pensilvania.

Cerca de 3.000 muertos y las heridas que aún permanecen abiertas son sólo algunas de las consecuencias de estos atentados que llevan a Carmeta a opinar que "cuando el ser humano es capaz de llegar a esa masacre, es que su maldad ya no tiene límite".

¿Un accidente?

Muchos de los lectores de 20minutos.es creyeron en un primer momento que era un accidente, como explica Dita, sin embargo, "cuando se estrelló el segundo avión, ya no quedaba espacio para la casualidad o los errores humanos".

Para otros lectores, ver en directo lo que estaba pasando era como una película, según explica Po Zi.

Lo mismo le pasó a Ana. "Estaba viendo la tele y cortaron la emisión para informar en directo de lo que estaba ocurriendo; ver estrellarse el segundo avión en directo, las cámaras enfocando a todas esas personas gritando auxilio y tirándose de las ventanas para no morir quemadas... y desplomarse los rascacielos.... no podía creérmelo. Pasé la tarde pegada al televisor", concluye.

A Germán le pilló en Barajas, cogiendo un avión para volar al JFK, "os podéis hacer una idea de mi acojone al enterarme", precisa.

"Sin palabras"

"Mientras comía veía cómo Ángels Barceló se quedaba sin palabras al no entender qué estaba sucediendo, al igual que el resto de personas de este planeta", explica Juanma.

"Hoy, cinco años después, a la misma hora de los atentados, estará haciendo un examen", explica este lector que confiesa: "no es necesario contar las repercusiones en mí: las mismas que las de todos los madrileños".

Chiwi ese martes estaba estudiando porque al día siguiente también tenía un examen.

"Cuando vi la noticia ya no pude estudiar más y me pasé la tarde devorando todas las imágenes y acontecimientos que se iban produciendo. Ese día me acosté a las tantas, y no precisamente porque estuviera clavando los codos", asegura, aunque a pesar de todo aprobó.

Algún lector pudo vivir el movimiento informativo en primera persona.

Ésto es lo que le pasó a Luis, que estaba instalando unas máquinas en un periódico y vio todo lo que sucedía mientras comía en un bar cercano.

Cuando volvió al periódico, "os podéis imaginar el movimiento que había" y a media tarde "vimos a un periodista en un despacho encerrado y escribiendo a todo meter. Salió un momento y le comentamos "Vaya movida, ¿no?". El tío nos dice que sí, que vaya movida con el Barça. ¡Estuvo todo el rato encerrado con ese tema y no se había enterado!".

Consecuencias

Para Ana, después de todo aquello, "los culpables no lo han pagado, sino los ciudadanos estadounidenses con rasgos árabes, a los que se les señaló con el dedo y todo el conjunto de la nación con la psicosis generada".

"En la era Bush se recurre al Terror para controlar a sus gentes y este está siendo el mayor recurso: cada vez que se produce un movimiento social se aplasta con el miedo a la amenaza extranjera e incluso miran con recelo a sus vecinos...", concluye.

En opinión de Dita, el 11-S no sólo cambió el panorama internacional, sino que "dio comienzo a la Tercera Guerra Mundial y estamos metidos en ella, queramos o no".