Las familias españolas que adquirieron una vivienda en el primer trimestre del año 2012 destinarán para ello el 29,2% de sus ingresos brutos anuales (contadas las deducciones fiscales), un porcentaje hasta 12 puntos inferior al desembolsado en 2008, cuando los hogares empleaban más del 40% de su renta.

Según los últimos datos del Banco de España, el esfuerzo que realizarán las familias para pagar durante el primer año la casa que compraron entre enero y marzo pasados es dos puntos superior a la de aquellos que adquirieron su vivienda en el mismo periodo de 2011.

Sin tener en cuenta las deducciones, el esfuerzo que realizarán las familias para pagar su hogar sube al 36,2%, casi tres puntos más que hace un año.

A finales de 2011, el Gobierno de Mariano Rajoy recuperó la desgravación en el IRPF por adquisición de vivienda habitual en las mismas condiciones que existían hasta el 31 de diciembre de 2010.

Desde 1995, cuando comienza la serie histórica, el esfuerzo anual de las familias para adquirir una vivienda teniendo en cuenta las deducciones aplicables en cada momento se ha movido mayoritariamente por encima del 20% hasta 2006, cuando superó el 30%.

Esta tendencia a la alza continuó hasta mediados de 2008, cuando alcanzó su cota máxima con el 41,9% y que se ha ido reduciendo en los años posteriores hasta mantenerse en tasas superiores al 25%.

Las familias que compraron una vivienda en el primer trimestre del año necesitarán los ingresos brutos de 6,1 años para pagar su casa frente a los 7,7 años que se requerían a mediados en 2007.

Teniendo en cuenta que al cierre del primer trimestre del año el precio del metro cuadrado era de 1.649,3 euros, según datos del Ministerio de Fomento, quienes compraron una casa en ese periodo pagaron 154.621,9 euros por una vivienda tipo de 93,75 metros cuadrados, base sobre la que el Banco de España elabora su estadística.

El precio de la vivienda bajó en el primer trimestre del año un 7,2% con respecto al mismo periodo del año anterior, lo que representa la mayor caída desde mediados de 2009, cuando las casas se abarataron un 8,3%.

Para calcular el esfuerzo financiero necesario para comprar una vivienda, el Banco de España utiliza el importe de las cuotas que tiene que pagar el hogar mediano en el primer año tras la adquisición de una vivienda tipo financiada con un préstamo estándar por el 80% del valor de la casa.