Seguridad infantil dentro del coche, claves para velar por los pasajeros más vulnerables

Un cinturón de seguridad inflable desarrollado por Ford que, de forma similar a un airbag, se llena de aire comprimido cuando los sensores del vehículo detectan la colisión.
Un cinturón de seguridad inflable desarrollado por Ford que, de forma similar a un airbag, se llena de aire comprimido cuando los sensores del vehículo detectan la colisión.
Un cinturón de seguridad inflable desarrollado por Ford que, de forma similar a un airbag, se llena de aire comprimido cuando los sensores del vehículo detectan la colisión.

Dentro de cualquier vehículo los niños son siempre los pasajeros más vulnerables. Con el tiempo, la normativa y los dispositivos de seguridad para protegerles dentro del coche han avanzado teniendo en cuenta que anatómicamente no son simplemente pequeños adultos.

Al menos hasta los doce o trece años, su cuerpo es muy diferente al de una persona físicamente ya desarrollada, en especial su cabeza, la cual es más grande y pesa más que el resto del cuerpo, sobre todo en el caso de los bebés y recién nacidos. De ahí la importancia de los sistemas de retención infantil (SRI) y el cumplimiento de la normativa de seguridad vial.

Proteger a los más pequeños

En España cualquier conductor y sus pasajeros, tanto en los asientos delanteros como en los traseros, están obligados a llevar correctamente abrochado el cinturón de seguridad y el dispositivo de retención infantil tanto en la vía urbana como en carretera.

En el caso de los menores, los sistemas de retención son una obligación legal si en el vehículo se desplazan niños que no superen los 135 cm de altura.

El incumplimiento de esta norma está tipificado como infracción grave en el Reglamento General de Circulación y se sanciona con multa de 200 euros —260 euros para reincidentes— y la pérdida de 3 puntos en el caso de los conductores. La ley designa como primer responsable al conductor y en caso de impago el titular del vehículo tendrá que hacer frente a la multa como responsable subsidiario.

Esta semana, la ley ha ido más allá cuando  la Fiscalía de Menores anunció que podrá suspender la tutela paterna o adoptar medidas protectoras para un menor en caso de que los padres conductores sean sancionados al menos en tres ocasiones por no portar o no usar un sistema de protección infantil adecuado a la edad, la estatura y el peso del niño.

Según el informe presentado este miércoles por el fiscal de Seguridad Vial el 46% de los menores de 14 años fallecidos entre 2008 y 2010 no utilizaba ningún elemento de retención y del porcentaje que sí lo hacía, solo el 18% lo llevaba de forma correcta. "El 51% de los niños fallecidos habría salvado la vida si hubiera llevado correctamente dichos elementos de protección", destacó el fiscal.

La Asociación Española de Pediatría, por su parte, indica que las lesiones por accidente de tráfico siguen siendo la primera causa de muerte en los niños mayores de 4 años, y añade que un menor sin ningún tipo de sujeción multiplica por 5 las posibilidades de sufrir lesiones mortales. Además, nueve de cada diez lesiones infantiles graves o mortales, podrían haberse evitado si se hubiera utilizado correctamente este tipo de dispositivo.

¿Cómo llevar a los niños dentro del coche?

Según explica la Dirección General de Tráfico (DGT), el Reglamento General de Circulación establece que la utilización de los cinturones de seguridad y otros sistemas de retención, homologados en función de la talla, el peso y la  edad —excepto en los vehículos de más de nueve plazas—, se ajusta a las siguientes preinscripciones:

  • En los asientos delanteros:

La norma prohíbe circular con menores de doce años situados en los asientos delanteros del vehículo, salvo que utilicen dispositivos homologados al efecto.

Excepcionalmente, cuando su estatura sea igual o superior a 135 centímetros, los menores de doce años podrán utilizar como tal dispositivo el propio cinturón de seguridad para adultos de que estén dotados los asientos delanteros.

  • En los asientos traseros:

1. Los menores que no alcancen los 135 centímetros de estatura, deberán utilizar obligatoriamente un dispositivo de retención homologado adaptado a su talla y a su peso.

2. Los menores cuya estatura sea igual o superior a 135 centímetros y no supere los 150 centímetros, podrán utilizar indistintamente un dispositivo de retención homologado adaptado a su talla y a su peso o el cinturón de seguridad para adultos.

3. No obstante, se aconseja que los menores de cuatro años viajen siempre en sillas colocadas en sentido contrario a la marcha, es decir "mirando hacia atrás". Además, siempre que sea posible, se debe instalar la silla infantil en el asiento trasero del coche, ya que estadísticamente, es el lugar donde viajan más seguros en caso de accidente.

Pero ojo, si se dispone de airbag de pasajero, es imprescindible que el niño viaje atrás, a menos que el airbag haya sido previamente desactivado, ya que en caso de accidente la bolsa de aire podría producirle lesiones importantes.

En cuanto a las motos, los niños menores de 12 años no pueden viajar como pasajeros de motocicletas o ciclomotores, excepto si tienen más de siete años y circulan en motos conducidas por su padre, madre o tutor, o por personas mayores de edad por ellos autorizadas. Además, siempre deben utilizar casco homologado de su talla.

Cinco tipos de sillitas en función del peso y la talla

Todos los bebés deberían nacer con un asiento de seguridad vial bajo el brazo para estar protegidos incluso durante el primer viaje a casa desde el hospital.

Aunque el uso y la calidad de sillas infantiles de seguridad han aumentado con los años, las cifras destacan que aún existe un elevado porcentaje de menores que fallecen o sufren lesiones graves en accidentes de tráfico.

La pereza, las prisas o el desconocimiento de los padres sobre su correcta utilización y ubicación dentro del coche, son en parte, culpables de esto.

Los expertos recomiendan elegir estos dispositivos de seguridas guiados por el peso y la talla del niño (ambas importantes por igual), no por su edad, ya que la edad que figura en las etiquetas es solo orientativa. Las sillitas para menores se diferencian en cinco grupos:

  • Tipo 0 (de 0 a 10 kg): Capazos. Su uso va desde los recién nacidos hasta que los niños pesan diez kilos. En general, el capazo del carro de paseo pertenece a este grupo. Se debe colocar en los asientos traseros en posición transversal, anclado a los cinturones de seguridad. El propio interior del capazo cuenta con un cinturón para sujetar al bebé.
  • Tipo 0 y 0+ (de 0 a 13 kg): Portabebés. Permite llevar a los bebés en la parte trasera o delantera del coche. El dispositivo protege al niño mediante los arneses del portabebés que, a su vez, se fija con el cinturón de seguridad. Si se coloca en en el asiento del copiloto y éste tiene airbag, hay que desactivarlo previamente.
  • Tipo 1 y 2 (de 9 a 18 kg): Arnés. El niño va sujeto a la silla a través de un arnés y el sistema se ancla con el cinturón de seguridad. Es posible colocar el dispositivo en ambos sentidos de la marcha. Es fundamental evitar que el arnés esté demasiado suelto, retorcido o muy apretado. A medida que el niño crezca y suba de peso, se deberá ajustar la posición y la holgura.
  • Tipo 2 y 3 (de 15 a 25 kg): Elevador. Se trata de elevadores con respaldo que adaptan el recorrido de los cinturones de seguridad convencionales a la altura de los más pequeños. Es posible que los niños viajen en los asientos traseros o en el del copiloto, en el sentido de la marcha.
  • Tipo 3 (de 22 a 36 kg): Elevadores sin respaldo. Estos dispositivos son ya asientos elevadores sin respaldo, con un regulador de altura, que permiten acoplar a la talla del niño el cinturón de seguridad del coche. Se coloca en las posiciones traseras y en la delantera, en el sentido de la marcha.

¿Qué es el sistema Isofix?

No todos los asientos para niños valen para todas las marcas. Incluso dentro de una misma marca puede haber asientos distintos para cada modelo. Isofix es el sistema estándar para fijar las sillas infantiles al vehículo.

Su gran ventaja reside en la facilidad de montaje, que evita errores y facilita la tarea de instalar y desinstalar la silla, ya que no utiliza los cinturones del coche para su anclaje.

Además reduce el recorrido de la cabeza hacia delante en un impacto frontal, evitando el efecto latigazo —causante de las lesiones cervicales— y mejora la estabilidad del asiento en caso de impacto lateral.

El sistema Isofix consta de dos brazos de sujección en la silla que deben insertarse en dos puntos de anclaje específicos que se encuentran entre la banqueta y el respaldo de los asientos del vehículo.

Cada vez más modelos vienen dotados con estos anclajes, aunque aún no todos. Si hay niños en la familia, o previsión de tenerlos, conviene preguntar en el concesionario si el vehículo cuenta con este sistema, actualmente homologado solo para sillas de niños hasta 18 kg.

Un cinturón inflable para niños

Respecto a la vulnerabilidad anatómica de los menores, el ingeniero Stephen Rouhana, Jefe Técnico de Seguridad, Investigación e Ingeniería Avanzada de la casa Ford, asegura además que los músculos del cuello de un niño son aún débiles como para soportar y proteger su cabeza al mismo nivel que el cuerpo de un adulto; lo mismo sucede con la zona del pecho, menos desarrollada y por tanto más vulnerable en caso de accidente por choque frontal.

La firma del óvalo presentó en Alemania el otoño pasado un novedoso cinturón de seguridad  que combina las características de protección de un cinturón convencional con las de un airbag permitiendo aumentar la superficie de protección en el pecho en caso de accidente. Cuando el cinturón se infla amortigua la presión generada por la colisión hasta cinco veces más.

Pero Rouhana, padre de tres hijos, quiso ir más allá cuando a la vuelta de unas vacaciones familiares, a través del espejo retrovisor de su coche, vio a su hijo menor durmiendo casi desnucado con la cabeza hacia abajo y pensó: ¿qué pasaría si ahora saltara un cinturón de seguridad inflable? (el que aparece en la foto) ¿podría ahogarse? ¿sería contraproducente la protección si el niño está en esa posición?

Así que Rouhana dio una vuelta de tuerca a su investigación en materia de seguridad infantil y propuso crear un modelo de 'dummie' en la misma posición que tenía su hijo menor mientras dormía,  únicamente para estudiar los efectos del cinturón inflable sobre este muñeco-niño de prueba. La conclusión fue que el cinturón de seguridad inflable no perjudicaría al niño.

Algunos consejos que vale la pena recordar

1. Al comprar el asiento lea con detenimiento y siga con atención las instrucciones de instalación. Un asiento mal colocado es tan ineficaz como no utilizarlo.

2. Verifique periódicamente es estado de la fijación del asiento. No debe presentar holguras ni deslizarse fácilmente. Si va a utilizar dos vehículos, es mejor instalar una silla en cada uno.

3. Revise periódicamente el estado de las correas de sujeción del bebé.

4. La educación vial comienza en el propio hogar. Es bueno acostumbrar desde el principio al niño a viajar lo más quieto posible y hacerle entender que el coche no es un sitio para jugar sino un medio de transporte.

5. Los juguetes en el interior del coche son muy peligrosos, especialemnte en caso de accidente si llegasen a golpear al niño, por lo que conviene sustituir los juguetes pesados o rígidos por otros ligeros y blandos.

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