Así son ellas

Perfil:El 60% de las que acuden a la privada no ha encontrado antes pareja estable y, ahora, que la tiene, decide vivir la maternidad; el 30% son separadas de unos 45 años, con hijos, que rehacen su vida sentimental con un chico más joven (30-35 años y sin hijos) y deciden repetir la experiencia de ser madres. El 10% restante son mujeres que no tienen pareja y deciden tener un hijo solas.

Tratamientos: Hasta los 44 años en la clínica IVI, por ejemplo, recomiendan una fecundación in vitro y un estudio genético preimplantatorio para evitar problemas de descendencia. Con más de 44 años se les realiza un ciclo con donación de óvulos e inseminación del semen de la pareja. A las madres solas, el tratamiento que se les aplica es el de inseminación de semen de un donante anónimo.

Efectividad: El 55% de las parejas lo logra en el primer intento y por encima del 98% deben esperar hasta el tercer o cuarto intento.

Tiempo: Desde que la pareja llega a la clínica elegida hasta que se le realiza la primera prueba de embarazo pueden transcurrir entre uno y dos meses.

Sanidad pública

Edad tope: Aunque en España por ley no hay límite de edad, el SAS fija los 38 años para casos de inseminación artificial y los 40 años para casos de fecundación in vitro.

Lista de espera: Entre 10 meses y dos años debe esperar una pareja que acude al SAS con problemas para tener hijos, según UGT y el Defensor del Paciente. En 2005, realizaron más de 4.000 ciclos. Hay 19 unidades en la región.

¿Por qué se es madre más tarde?

La sociedad actual ha retrasado la adolescencia hasta los 30 años; las personas se han vuelto más individualistas y tener formación, trabajo y casa es ahora más difícil. Por eso, cuando se alcanza esta estabilidad, muchos deciden tomarse un respiro antes que esclavizarse con un hijo. A esto se suma que hay más dificultad para concebirlos. El estrés influye en el descenso de las relaciones sexuales. Así explica el psicólogo José Luis Sánchez Cueto el por qué se ha retrasado tanto la maternidad.

4.000 euros y hasta 7.000 puede costar un tratamiento de fertilidad en una clínica privada.