Wilco, punto álgido de una primera jornada del Primavera Sound que deja el listón muy alto

  • A la misma hora actuaba Kindness, un artista revelación, cuyo primer disco, 'World, You Need A Change Of Mind', está arrasando en Internet.
  • En el mismo escenario en el que Wilco desplegó su talento, actuó Baxter Dury.
El guitarrista Jeff Tweedy, de la banda norteamericana Wilco, durante el concierto en el Primavera Sound 2012.
El guitarrista Jeff Tweedy, de la banda norteamericana Wilco, durante el concierto en el Primavera Sound 2012.
Marta Pérez / EFE
El guitarrista Jeff Tweedy, de la banda norteamericana Wilco, durante el concierto en el Primavera Sound 2012.

La banda estadounidense Wilco está de nuevo en la cima, tras el bajón creativo que sufrieron años atrás, tal como quedó demostrado el jueves en el concierto que ofrecieron en el escenario principal del Festival Primavera Sound de Barcelona. Wilco marcó el punto álgido de una primera jornada en la que los organizadores han demostrado su buen ojo para seleccionar lo mejor del pop y el rock de vanguardia anglosajón.

Lo único que han lamentado los espectadores de Wilco es no poderse desdoblar, porque a la misma hora actuaba Kindness, un artista revelación, cuyo primer disco World, You Need A Change Of Mind está corriendo como la pólvora en Internet. Más de uno se quedó sin ver a Wilco para averiguar si Kindness es realmente lo que parece, pero en los festivales son así, unas bandas se solapan con otras.

De hecho a la misma hora también tocó otro de los más esperados: Beirut, que ha perdido las influencias balcánicas de sus primeros discos pero se mantiene dentro del folk-pop.

En el mismo escenario en el que Wilco desplegó su talento, hizo lo propio Baxter Dury, que actuó cuando todavía era de día y dejó claro que es algo más que el hijo de Ian Dury de Blockheads. Vestido con camisa blanca y corbata, Dury presentó los temas de su último álbum Happy Soup, repleto de estribillos pegadizos, guitarras nerviosas y sintetizadores mucho más luminosos que en sus primeros discos.

Con muchas tablas, Dury cantó, tocó los teclados y habló con el público, con un estilo afable y cercano que permitió a los presentes sentirse cómodos y disfrutar de la música de este músico, que se mueve entre la psicodelia y el sonido post-punk de los ochenta.

En este mismo escenario, con las torres de la central térmica de Sant Adrià al fondo, actuó The Afghan Whigs, que caldeó el ambiente para la llegada de Wilco y congregó mucho público, a pesar de que tuvo la mala suerte de solaparse con Death Cab for Cutie. Death Cab for Cutie dio un concierto magnífico, solo ensombrecido por algún problema puntual con el sonido, en el escenario Mini, un espacio que, contrariamente a lo que pueda sugerir su nombre, acogió a algunos de los más grandes.

Entre ellos Sr. Chinarro, que presentó su disco ¡Menos Samba! ante un nutrido grupo de seguidores. "Parece que ahora soy un músico de masas", bromeó el sevillano, y es que, efectivamente, la mayor parte de las bandas de rock independiente que actúan en el Primavera Sound tienen un público fiel, pero minoritario. No obstante, el hecho de formar parte del cartel de un festival en que actúan 270 bandas, entre ellas algunos nombres consagrados, convierte el indie en un fenómeno de multitudes.

No en vano la organización pretende batir récords este año y reunir 150.000 espectadores, entre los que acudan al Fórum y los que lo hagan a las actuaciones organizadas fuera del recinto.

Lo malo del espacio Mini es que hay que recorrer andando el largo camino que separa el escenario principal de esta gran explanada junto al mar. Aunque las largas caminatas a lo largo y ancho del recinto del Fórum es algo habitual en el Primavera Sound, y los habituales ya viene con calzado cómodo y aprovechan el camino para comentar la jugada con la cerveza en la mano.

Calzado cómodo pero sin perder el estilo, porque a buena parte del público del Primavera les pierde la estética y este macrofestival indie es un buen lugar para observar las últimas tendencias, especialmente las que vienen de más allá de nuestras fronteras, ya que el 40% son extranjeros.

Este año los asistentes no han sufrido las terribles colas en las barras que ocasionó el año pasado la funesta idea de eliminar el dinero dentro del recinto y utilizar un sistema de bonos. No obstante, una vez más la prensa acreditada ha tenido que esperar largas bajo el sol para recoger su acreditación, un hecho ya habitual, al que este año hay que sumar la sorprendente noticia de que el festival ha retirado la acreditación a un periodista por argumentar que hay pocos artistas catalanes en el cartel.

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