Cáritas abre un comedor social en Burlada para cubrir necesidades básicas de alimentación

Ángel Iriarte dice que la puesta en marcha de este servicio es "un fracaso de la sociedad, no un éxito"
Ángel Iriarte, De Cáritas, Y Alberto Pascual, De Caja Navarra.
Ángel Iriarte, De Cáritas, Y Alberto Pascual, De Caja Navarra.
EUROPA PRESS
Ángel Iriarte, De Cáritas, Y Alberto Pascual, De Caja Navarra.

Cáritas Diocesana de Pamplona-Tudela va a abrir a principios de julio un comedor social en Burlada para dar respuesta a la situación de personas con escasos recursos o en desprotección.

Este comedor, que abrirá en la calle Joaquín Azcarate, 3, en un local cedido por Caja Navarra, se destinará a personas solas o familias en desprotección, que serán derivadas a través de los servicios de acogida de Cáritas.

En el caso de familias con menores a cargo se les proporcionará la comida para llevársela al domicilio. Se servirán comidas y cenas, aunque la cena se dará para consumir fuera del centro.

La capacidad del comedor será de 50 servicios diarios, a los que habrá que añadir los servicios externos de las familias con hijos a cargo y las cenas. El servicio será gratuito. Cáritas estima que tendrá que destinar a este comedor unos 200.000 euros anuales.

El delegado de Cáritas Diocesana, Ángel Iriarte, ha afirmado en rueda de prensa que la apertura de este comedor es "un fracaso de esta sociedad y de las políticas sociales" y ha argumentado que "este momento que nos está obligando a repartir alimentos, a repartir ropa, a abrir comedores sociales, no es indicativo de un éxito de la sociedad, sino de un fracaso".

Iriarte ha dicho, no obstante, que "las cosas no son como uno cree que tienen que ser, sino como vienen dadas, y vamos a abrir este comedor". "Nos hemos estado resistiendo bastante tiempo hasta que hemos visto una necesidad muy palpable de que esto hacía falta", ha indicado.

El delegado de Cáritas ha explicado que cuando comenzó la crisis se enviaba a las personas necesitadas de alimentación al albergue de transeuntes y "era muy poca la gente" que acudía. "El primer año de la crisis iban cinco personas al mes, pero conforme ha ido avanzando, hemos decidido abrir el comedor", ha indicado.

En esta línea, ha explicado que los comedores de otras instituciones existentes en Pamplona "están saturados" y ha asegurado que si Cáritas tuviese el dato de que esos comedores no están colapsados, no se hubiese planteado abrir su nuevo servicio.

Por su parte, el secretario general de Caja Navarra, Alberto Pascual, ha deseado que este acuerdo "deje de funcionar lo antes posible, porque esa será la mejor noticia que todos nos podamos dar, pero mientras veamos que eso es necesario, firmamos este acuerdo de colaboración".

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