En un principio, la compañía del metropolitano de Tokio había denegado el permiso para colocar el anuncio donde aparece esa estrella del pop norteamericana como vino al mundo, tal y como posó para la edición de agosto de la revista Harper's Bazaar, que saldrá en la versión nipona de octubre.

Según indicó el diario Mainichi en su edición digital, para la dirección del Metro de Tokio esa fotografía de la exuberante Britney, apenas ocultando su orondo pecho con los brazos y cruzando pudorosa las piernas, era "excesivamente estimulante" y podría alterar la percepción de los usuarios más jóvenes de ese transporte público.

Spears aparece con el pelo teñido de oscuro y embarazada de su segundo hijo, como bien puede percibirse del prieto vientre que se muestra sin tapujos en la toma original del fotógrafo Alexi Lubomirski.

Después de muchos tiras y aflojas, los responsables del metro de Tokio y los editores de Harper's Bazaar acordaron que el cartel de promoción de la revista de octubre apareciera pero con la parte inferior de la artista cubierto con un cartel negro en el que se expresa la censura realizada.

"En este espacio no se nos permite ejercer el mismo nivel de la libertad de expresión que en el original de Harper's Bazaar", indica el espacio en negro que se verá sobre las nalgas y vientre de la Spears en los vagones del metro tokiota.

Curiosamente, en esos mismos vagones es posible ver a todo tipo de pasajeros, desde jovenzuelos picados de acné, hasta impertérritos funcionarios con traje, leyendo cada día sus revistas y tebeos manga cargados de un contenido expresamente pornográfico, sin que nadie en derredor levante una ceja de asombro.