Las tres ciudades finalistas a albergar los Juegos Olímpicos de 2020 —Madrid, Tokio y Estambul— ya están compitiendo y se verán las caras el 7 de septiembre de 2013 en Buenos Aires (Argentina) para elegir a la ganadora.

Hasta entonces, las tres candidaturas tienen un largo camino por delante para convencer a los 106 miembros del Comité Olímpico Internacional (COI) que votan ese día de que el suyo es el mejor proyecto posible.  De entrada, Madrid parte como favorita, con la nota media más alta: 8,08. Pero el COI es consciente de la delicada situación económica que atraviesa el país.

Tras el pistoletazo de salida, que en la madrugada del pasado miércoles descalificó a Doha (Catar) y Bakú (Azerbaiyán), Tokio es ahora la gran rival a batir. Pide los Juegos por cuarta vez y ha obtenido una calificación muy parecida a la de la capital: 8,02. Más lejos queda Estambul, que parte con un 6,98.

Pero la nota media estimada que barajan las finalistas –ya que el COI no facilitado una clasificación final– puede no significar nada. Sin ir más lejos, la ganadora de los JJ OO de 2016, Río de Janeiro, ni era la favorita ni partía con la nota más alta. A pesar de eso, logró deshacerse de tres finalistas, algunas mejor posicionadas: Chicago, Tokio y Madrid.

Junto a los halagos, los miembros del COI no obviaron que las finalistas tienen deberes pendientes. Aunque de Madrid minimizaron la coyuntura de crisis y hablan de un "riesgo pequeño", reconocen que encontrar patrocinadores puede ser complicado. A Estambul le recomiendan que olvide sus pretensiones de organizar ese mismo año la Eurocopa de fútbol y que se centre en la cita olímpica. De Tokio preocupa, y mucho, la situación energética tras el terremoto y tsunami de 2011.

Si el COI se ciñe a su norma no oficial de alternar los continentes como sede de unos Juegos, la cita de 2020 tendría que celebrarse en Asia, ya que los de este año serán en Europa (Londres) y los de 2016 en América (Río de Janeiro).

El peor escenario posible para España desataría la guerra entre Tokio y Estambul. La primera tiene mejores notas, más presupuesto para impulsar la candidatura y la experiencia de haber organizado las Olimpiadas de 1964.

La nota de la ciudad turca es mucho más baja, dispone de menos presupuesto, pero puede jugar una baza muy valorada por los miembros del COI: la perseverancia. Esta es la quinta vez que Turquía intenta ser sede de unos Juegos y eso gusta, y mucho, en el mundo del olimpismo.

Lo más inmediato es que España pague 400.000 euros para seguir en la carrera olímpica. En agosto de 2012, las ciudades irán invitadas a Londres, que organiza los JJ OO de 2012, como como observadoras. En enero de 2013, las ciudades deberán entregar sus respectivos informes definitivos al COI con los detalles del proyecto.

Entre febrero y abril de 2013, la comisión evaluadora visitará a las candidatas para corroborar el informe. En julio hará públicas sus conclusiones. En septiembre de 2013, previa defensa pública de cada una de las candidaturas, la asamblea del organismo internacional elegirá a la ganadora.

Sedes, hoteles, concepto > Los Juegos se ven como una oportunidad. El 78% de las infraestructuras deportivas y civiles están listas. Buena red de transportes. Dos experiencias previas, espíritu olímpico y apoyo gubernamental.

Crisis y centro de prensa > La situación económica no convence. Se echa de menos un centro de prensa internacional potente. El COI da un sobresaliente al clima y al medio ambiente, pero la polución habitual lo desmiente.

Transportes y experiencia > Estambul jamás ha sido olímpica, y eso se nota en la madurez de su proyecto, que es flojo. La red de transportes no puede compararse a la que ofertan sus contrincantes. En agosto hace mucho calor.

Crecimiento y juventud > El COI sabe que el ritmo de crecimiento de la capital turca es seis veces superior a la OCDE. No destaca en ningún parámetro frente a sus rivales, pero la población es joven y la ciudad es puente entre oriente y occidente.

Escaso apoyo y crisis nuclear > Al COI le preocupan los efectos futuros en el medio ambiente del escape nuclear de Fukushima y da un cinco a Tokio en el apartado de medio ambiente y energía. Le exigen que aumente el apoyo ciudadano.

Hoteles y emergencias > Tokio tiene los deberes hechos. Hay buenos alojamientos y una red de conexiones muy veloz. Es una ciudad segura y acaba de demostrar que sabe gestionar una situación de emergencia. Potentes telecomunicaciones.