Detenidas seis personas por un delito de robo de jamones en Teruel

Agentes del Cuerpo Nacional de Policía de la Comisaría Provincial de Teruel han detenido a seis personas de origen extranjero por su presunta implicación en el robo de jamones y se han aprehendido 28 jamones de la Denominación de Origen de Teruel. Los detenidos responden a las iniciales de G.C., J.A.E.C., A.V., I.B., I.S. y G.N.B.

Agentes del Cuerpo Nacional de Policía de la Comisaría Provincial de Teruel han detenido a seis personas de origen extranjero por su presunta implicación en el robo de jamones y se han aprehendido 28 jamones de la Denominación de Origen de Teruel. Los detenidos responden a las iniciales de G.C., J.A.E.C., A.V., I.B., I.S. y G.N.B.

El pasado 3 de mayo, un empresario dedicado al secado y venta de jamones declaró ante agentes de la Brigada de Policía Judicial de la Comisaría de Teruel que podían estar vendiéndose jamones de Denominación de Origen de Teruel a particulares de la ciudad a un precio muy por debajo de su valor en el mercado, ha informado la Subdelegación del Gobierno en Teruel.

Este empresario señaló que su sociedad vendía jamones a particulares de manera muy puntual, dedicando la mayor parte de su producción a una empresa de Teruel, que se encargaba, bajo un precio pactado, del deshuesado, fileteado y embolsado, devolviendo posteriormente el género.

Los análisis de producción indicaban que desde hacía aproximadamente seis meses, la empresa de manipulación del jamón les devolvía menos género del que habitualmente les solía remitir, produciendo por tanto menos paquetes o bolsas de jamón.

La pérdida detectada sería de un tres por ciento de lo manufacturado, lo que equivaldría a unos 52.000 euros de pérdidas en esos seis meses.

La Policía Nacional realizó las oportunas averiguaciones y detectó que en la empresa donde se fileteaban los jamones trabajaba un ciudadano extranjero, G.C., quien aprovechando la confianza depositada por los empresarios, realizaba su actividad laboral solo en las horas de almuerzo y sobre todo en la comida.

Dicho horario era aprovechado para sustraer los jamones que, con posterioridad, eran repartidos en distintos bares y otros establecimientos de la capital con ayuda de otros compatriotas que cobraban de 35 a 40 euros por pieza cuando su valor real es de 80 a 90 euros.

Establecido el correspondiente dispositivo de vigilancia en las instalaciones de la empresa, los agentes comprobaron que G.C., apoyado por otras dos personas, introducían jamones en el interior de un vehículo. Finalmente, detuvieron a esta persona y a otros cinco ciudadanos de origen extranjero, que ya han pasado a disposición judicial.

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