Marqués de Riscal, la bodega más antigua de Álava

Elciego es una localidad de importante tradición vinícola. Está situada en la provincia de Álava, limita al norte con la sierra de Cantabria y al sur por el río Ebro.

En esta zona se puede visitar un yacimiento de gran interés arqueológico descubierto en 1985 donde varios son los dólmenes que se erigen, de todos el mejor conservado es el llamado La Chabola de la Hechicera en Elvillar.

Pero sin duda, por lo que se conoce a este pueblo es por La Ciudad del Vino, un complejo compuesto por la antigua bodega de Marqués de Riscal (1858), la más antigua de La Rioja, así como un nuevo edificio diseñado por el arquitecto canadiense Frank Gehry que acoge el hotel Marqués de Riscal, un spa, un centro de reuniones y convenciones y un exclusivo restaurante, galardonado con un Sol Repsol, para degustar la auténtica y placentera ciudad cultural dedicada al vino y a la gastronomía.

Si nos remontamos a los siglos XVI y XVII, el viñedo sufrió una brutal extensión y a principios del XIX la producción vinícola llegó hasta los 1,8 millones de litros, convirtiéndose así en la localidad más importante de toda La Rioja Alavesa, en lo que a producción vinícola se refiere.

El proyecto de Frank Gehry, se podría calificar de escultórico por su envolvente curvilínea, mientras que el verdadero programa del edificio se desarrolla en piezas prismáticas en distintos niveles.

Las plantas tienen una geometría irregular disminuyendo en tamaño a medida que se va ascendiendo, permitiéndonos unas espectaculares vistas del entorno.

El esquema estructural del edificio consta de tres grandes soportes principales sobre los que se sustenta todo el proyecto y en donde se alojan las comunicaciones verticales.

Los cerramientos exteriores se componen de fachadas ventiladas de piedra arenisca para las piezas ortogonales, mientras que la envolvente curva se realiza en titanio.

Gehry le ha dado a este revestimiento tres tonos característicos de la bodega Marqués de Riscal. Tonos rojizos similares a los del vino, el dorado de la malla empleada por la bodega y el plateado de la cápsula de la botella de Marqués de Riscal.

El interior del edificio está totalmente diseñado por Gehry, desde el mobiliario y las luminarias, hasta las cortinas, dándole a todos los espacios interiores la identidad propia del autor.

Los vinos tintos de la serie “Marqués de Riscal” son riojas de ayer y de hoy. Elaborados conforme a la tradición e impregnados de nuevas tecnologías y excelentes uvas de origen de las variedades autóctonas riojanas más conocidas (“Tempranillo”, “Graciano”, “Mazuelo”) sin olvidar las excelentes barricas que utilizan.

Nunca salen jóvenes al mercado sino después de una juiciosa guarda. Reservas y grandes reservas que denotan estructura, nobleza y larga expresión. Sus colores intensos, sus aromas limpios y complejos con una mezcla acertada de tonos afrutados, especiados, a cueros, minerales, fruto de una cuidada elaboración y una no menos cuidada guarda en barricas de excelente madera y muy poca edad y posteriormente en botella.

Los tintos "Barón de Chirel" fueron una revolución en su momento. Los primeros riojas que incluían en su composición el uso juicioso de variedades foráneas como el “Cabernet” “Sauvignon”. Hoy son vinos sinceros, carnosos, potentes y de muy largo recorrido.

El ya prestigioso tinto Frank Gehry 100% tempranillo, de intenso color y potente aroma unido a una compleja y franca expresión en boca. Vino para guardar, orgulloso y expresivo.

Su nueva línea Finca Torrea con tintos fáciles de beber, ligeros, carnosos y de bonita expresión tánica, con moderada crianza y buena guarda. Allí y de paso también apreciamos los blancos de su bodega de Rueda. Blancos de verdejo personales y amplios y los “Sauvignon” frescos y tiernos.