Un grupo musical de robots se mete en el bolsillo a los ‘campuseros’

La exposición se celebró dentro de Campusbot, un área temática de la Campus Party dedicada a la robótica. Además, el ex alcalde de Nueva York dio una conferencia sobre innovación y liderazgo.
El concierto robótico se celebró ayer en el recinto de Feria Valencia, que acoge hasta el próximo domingo la Campus Party. (Kai Fórsterling / Efe)
El concierto robótico se celebró ayer en el recinto de Feria Valencia, que acoge hasta el próximo domingo la Campus Party. (Kai Fórsterling / Efe)
El concierto robótico se celebró ayer en el recinto de Feria Valencia, que acoge hasta el próximo domingo la Campus Party. (Kai Fórsterling / Efe)

Los más de 5.500 asistentes de la Campus Party pudieron disfrutar ayer de un grupo de robots articulados (hechos de chatarra y alta tecnología) que tocan instrumentos musicales y, además, saben dibujar.

El cuarteto robótico es obra del escultor español Carlos Corpa.

Hoy repiten los robots, ahora como jugadores de un partidillo reglamentario de fútbol. Demostrarán sus habilidades en directo.

Clase magistral de Giuliani

Además, el ex alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, dio ayer una conferencia a los campuseros sobre innovación y liderazgo.

El político, que estuvo al frente de los ocho millones de habitantes y 200.000 empleados públicos de Nueva York, les dio unos trucos para convertirse en líderes de una gran organización.

Defendió el uso de la tecnología para mejorar la sociedad, pero siempre al servicio de los seres humanos, de quienes dijo son "más importantes que los gráficos y los porcentajes". Como ex-alcalde de Nueva York habló de cuáles eran sus principales preocupaciones:

reducir el número de delitos y sanear la economía, que presentaba un déficit presupuestario de 2.500 millones de dólares y unos índices altos de pérdida de empleo.

Para ello, utilizó un programa informático que permitía analizar las características de los delitos cometidos en la ciudad y por el que se logró averiguar que el mayor número de delitos se cometía en el condado de Queens, coincidiendo con el cambio de turno de los agentes de policía.

Lo mismo hizo con el desempleo, aplicar un programa por el que se premiaba al trabajador social que conseguía más puestos de trabajo y con más estabilidad, y con ello convirtió las oficinas que gestionaban las ayuda sociales en agencias de empleo, con un resultado de medio millón de personas menos que percibían estas ayudas pese al crecimiento de la población.

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