11 momentos en los que 'Aves de presa' es la película más feminista del cine de superhéroes

Ni 'Wonder Woman' ni 'Capitana Marvel': 'Aves de presa' es la película valiente, emancipadora y feminista que el cine de superhéroes no se había atrevido a hacer.
11 momentos en los que 'Aves de presa' es la película más feminista del cine de superhéroes
11 momentos en los que 'Aves de presa' es la película más feminista del cine de superhéroes
11 momentos en los que 'Aves de presa' es la película más feminista del cine de superhéroes

[ESTE ARTÍCULO CONTIENE SPOILERS DE AVES DE PRESA]

Hay muchos, hombres y mujeres, que se asustan a día de hoy ante la simple mención del feminismo. Se les tuerce el gesto, como si hubieran oído 'Apocalipsis' o 'coronavirus'. Lo mismo pasa cuando acompañamos el título de una película con esta palabra. ¿Qué hay de malo en decir que un filme es feminista? Quien escribe estas líneas no termina de entender a qué viene tanto alboroto. Al fin y al cabo, cuando decimos que una producción es feminista, reivindicamos el carácter empoderador de su trama, su protagonista o el mensaje que lanza.

El peligro de este término no radica en su uso cada vez más frecuente, no en vano por fin estamos viviendo en una Hollywood post-#MeToo que apuesta por proyectos que abogan por el empoderamiento femenino. El problema puede radicar, en todo caso, en su uso a la ligera, sin tener en cuenta si la producción X es o no feminista. Este no es el caso de Aves de presa (y la fantabulosa emancipación de Harley Quinn).

La película (aquí podéis leer nuestra crítica) abraza el feminismo desde su título. Desde esa referencia a la emancipación. Es, ante todo, la historia de una mujer, Harleen Frances Quinzel (y varias otras), tratando de demostrarse a sí misma que puede vivir sin ese hombre tóxico al que ha dedicado demasiado tiempo de su vida. Y, que no solo puede superar la ruptura, sino también salir fortalecida de ella.

A su vez, este filme grita sororidad en cada plano rosa chicle: muestra la camaradería entre cinco guerreras aparentemente opuestas, que, sin embargo, se encuentran en todas esas adversidades a las que les ha tocado hacer frente por su cromosoma XX. Aves enjauladas que se ven reflejadas en los ojos de las otras.

Cathy Yan, sin las consabidas limitaciones que da 'el cine para todos los públicos', ha hilvanado un relato empoderador, una oda a las chicas supervivientes que aúnan fuerzas. También un retrato del machismo en su forma más cruda, sin filtros ni edulcorantes.

A continuación, repasamos los momentos en los que Aves de presa demuestra ser la apuesta más feminista que ha dado el cine de superhéroes hasta ahora.

1. No las subestimes

11 momentos en los que 'Aves de presa' es la película más feminista del cine de superhéroes

En los primeros minutos de la película, Harley Quinn (Margot Robbie) nos narra los pormenores de su ruptura con el señor J. La acompañamos por todas las fases de una separación: la tristeza, la ira, la añoranza, la recuperación... La vemos fuerte en su debilidad, en su afán por encauzar su vida. En determinado momento, tras salir de una fiesta, la villana escucha a una de sus 'amigas' comentar que ella no sabe estar sola, que pronto se buscará un nuevo amor. Para ser más exactos, sus palabras cargadas de ponzoña son que correrá a los brazos del "primer macho alfa que le ponga ojitos".

Es entonces cuando la expsiquiatra decide anunciar al mundo entero su recién estrenada soltería haciendo explotar la fábrica en la que selló su amor, pasado por residuos tóxicos, con el Joker. Lo importante de esta escena es que señala a esa amigas que, en lugar de verla como un ente con personalidad, la empequeñece, la reduce a un complemento de los hombres. Y con ese acto de desamor explosivo (tan improvisado y alocado como cabría esperar de la protagonista), Harley emprende su particular camino emancipador para que nadie, menos ella misma (sobre todo ella misma), vuelva a subestimarla.

2. ¿Desprotegida sin el Joker? ¡Ja!

La razón por la que la protagonista no había dicho nada sobre su ruptura antes de este desafortunado comentario es la siguiente: su instinto de supervivencia en una Gotham en la que todo asesino, gángster o jefe del mal se la tiene jurada. Ellos, ingenuos, se creen con derecho de hacer lo que quieran con ella ahora que no está bajo la protección de su ex. Sin embargo, para su sorpresa (no la del espectador), cada uno de los agraviados que osa dar caza a la payasa coletuda pronto descubre a base de tortazos, patadas y algún que otro disparo a matar, que ella es más peligrosa que el señor del tinte verde.

El viaje de autoconocimiento de Harley que es, tal vez sin quererlo, Aves de presa desemboca en una lección que todos y todas deberíamos tatuarnos a fuego: muestra el reflejo de una sociedad que tiende a minimizar a la mujer, que la tilda de 'sexo débil', que la ha convertido en portadora de una fragilidad malentendida, pero que no ha podido evitar, afortunadamente, que la mujer siempre se imponga a esa realidad impostada.

3. Renee Montoya y su techo de cristal

¿Cómo nos presenta Harley a Renee Montoya (Rosie Perez), la detective más cañera de la periferia de Gotham? ¿A uno de los personajes latinos y homosexuales más queridos de los cómics? Como una adicta al trabajo de manual, con cierto problemilla con la bebida, adicta a parafrasear ficción policial de los 80 y, sobre todo, como un sujeto infravalorado y pisoteado en una comisaría de machirulos incompetentes.

El inepto de su excompañero se llevó hace años todo el mérito por un caso que ella había resuelto. Ahora es comisario y vuelve a ningunearla al pasar la investigación de Montoya sobre Roman Sionis (Ewan McGregor) a otro agente tan torpe como él. ¿El resultado? Otro ascenso del que esta agente no se beneficia. Menos mal que al final manda a todos a tomar viento y forma junto a Cazadora (Mary Elizabeth Winstead) y Canario Negro (Jurnee Smollett-Bell) su propia patrulla pajaril. ¿Te suenan unas tal Aves de presa?

4. "This is a man's world..."

11 momentos en los que 'Aves de presa' es la película más feminista del cine de superhéroes

"... this is a man's world. But it wouldn't be nothing, nothing without a woman". Canario Negro canta It's a Man's Man's Man's World en el local de Sionis. En la breve introducción del personaje, sabemos que, tras la muerte de su madre, otra mujer de cuerdas vocales sónicas, el villano de esta historia sacó a la joven Dinah Lance de la calle. Desde entonces, cree pertenecerle. Él la llama "mi pájaro". Ella teme cada movimiento psicótico e impredecible de su jefe.

La escena que mejor representa esa prisión sin barrotes en la que se encuentra encerrada la cantante es precisamente la secuencia en la que la escuchamos entonar este tema de forma desesperada, contándonos con la letra su propia historia y la de tantas otras (no es casualidad que la banda sonora de esta película cuente tanto como Harley, de Toxic o Game of Survival a Survivor). Modula con rabia, hasta reventar una copa, mientras su grito de auxilio sirve de telón de fondo a un Sionis que pasea por su local, jovial, sonriente, creyéndose dueño y señor del mundo.

5. La escena más cruda

También la más valiente, y probablemente, la más difícil de ver. No porque el cine no haya mostrado una situación similar antes, sino porque sorprende su presencia dentro del cine de superhéroes, hasta hace unos años género limitado al puro entretenimiento banal. En ella, vemos a una Harley borracha que acaba de confesar su ruptura a Canario Negro. Un hombre la escucha y pronto la invita a alcohol.

Siguiente secuencia. Este hombre sujeta a una Harley prácticamente inconsciente en un callejón justo a la salida del local. Canario Negro sale del club en ese momento y se dirige a su coche. Cuando ve que una furgoneta aparca en la estrecha calle y unos tipos de negro pretenden llevarse a la protagonista para aprovecharse de ella en su estado de embriaguez, los ataca en una pelea cuerpo a cuerpo. Y cada patada, cada empujón, cada codazo, cada sacudida, es un porrazo lleno de violencia al abuso machista en todas sus formas.

6. "¡Baila!"

En otro de los momentos más impactantes de Aves de presa, un crispado Sionis carga contra una mujer en su club después de tomarse su risa como una ofensa directa hacia él. Decide humillarla, solo porque (cree que) puede: le ordena que suba a la mesa y baile sobre ella. Acto seguido, le pide que se quite el vestido. Ante la negativa de la joven, asustada y desorientada, le ordena a su acompañante que suba y le rompa el vestido con una navaja.

La víctima de este ultraje acaba sobre esa mesa, con el vestido rasgado y semidesnuda, efecto colateral de las inseguridades de un hombre que solo sabe mantener a la gente cerca a través del miedo. No en vano tan solo unos segundos después está suplicando a Canario Negro que no lo abandone. Es una secuencia espejo del abuso, de la cosificación a la que se expone toda mujer en la sociedad.

7. ¿Quién es el Joker?

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He aquí una declaración de intenciones sutil pero certera. Nos lo decía Margot Robbie cuando la entrevistamos por la producción hace unos meses: quería que la gente dejara de referirse a Harley como "la novia del Joker". Durante nuestra conversación con ella hacía referencia precisamente a una toma que ahora queremos reivindicar.

"Hay un momento muy dulce en Aves de presa en el que Cass (Ella Jay Basco) no sabe quién es el Joker, y Harley piensa: 'Es la primera vez que alguien me ve como una identidad única y no como una extensión de ese tío”. Este filme reclama y proclama el nombre propio de Harley, y el de todas las mujeres reducidas a "novia de...".

8. Inyecciones narcóticas

¿Que quién es Victor Zsasz (Chris Messina)? La mano derecha (y posiblemente algo más) de Sionis, perrito falderos sádico que disfruta haciéndose heridas en el cuerpo para contabilizar los cadáveres que ha dejado detrás. Celoso de la fijación de su maestro con Canario Negro, una vez se entera de la traición de esta no tarda en avisar al jefe y tomarse la 'justicia' por su cuenta.

En una feria de atracciones abandonada, Harley retiene a Cass. En plena pelea argumental entre ambas, llega Victor acompañado de Canario Negro y narcotiza a Harley con una inyección. Mientras su compañera trata de liberar a Cass, este juega con Harley, indefensa, moviendo su mandíbula, mientras amenaza con quitarle la vida. La protagonista se convierte en una marioneta en sus manos, haciendo de esta interacción una secuencia tremendamente inquietante. Como ocurría en la secuencia del callejón, un hombre 'droga' a Harley para poder manipularla a su antojo.

9. Chicas contra chicos

Así podríamos resumir la batalla final en la feria de atracciones, pero en realidad es mucho más. Es Máscara Negra (el álter ego aún más maquiavélico de Sionis) y sus hombretones, contra Harley Quinn y su recién formado superequipo de mujeres hasta las narices de que los machos alfa de sus vidas las pisoteen. Nada de las estereotípicas riñas femeninas, ni pizca de envidias, celos, puñales por la espalda...

Este grupo de heroínas es un ejemplo de camaradería en clave femenina, de ayuda mutua, trabajo en equipo, "juntas somos más fuertes" y demás clichés, sí, pero que aquí ganan relevancia. Porque, en un mundo de Vengadores y Ligas de la Justicia (donde solo una mujer es miembro fundadora en ambos casos), este climax final es puro empoderamiento. Y, por qué no, la revancha a años de superhéroes masculinos salvando el mundo.

10. Muelle emancipador

Tras varios mazazos en plano secuencia, carreras en moto (y sobre patines) y algún que otro coche en llamas, en los minutos finales de Aves de presa Harley finalmente alcanza a Sionis, que se ha llevado a Cass a un muelle. Noche cerrada, niebla y estatuas espeluznantes para el enfrentamiento final entre la antiheroína y su mayor antagonista. ¿Sionis? Ya quisiera. El enemigo a batir aquí es su propio miedo a no valerse por sí misma.

Basta con una frase dirigida a Sionis (y a ella misma, y a todos nosotros) y esta payasa acaba con todos su fantasmas en lo que tarda en cortarse el flequillo: "Todos te tienen miedo, como al señor J, cuando en realidad deberían temerme a mí. ¡Porque soy la puta Harley Quinn!". Tras un disparo desaprovechado, cierto forcejeo y una oportuna granada, el malo de la historia acaba precipitándose al agua, y Harley, abrazada por Cass, aprende que no hay aliada mejor que una misma (y su grupo de justicieras contra el patriarcado).

11. Aves voladoras

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Harley necesitaba amigas, lo sabíamos todos. Menos payasos descerebrados por los que saltar a un tanque tóxico y más chicas poderosas a la altura de su carisma e ingenio. Eso es Aves de presa: el viaje hacia la independencia de cinco 'títeres' (de un payaso loco, un jefe que despelleja personas, un sistema de trabajo machista, una vendetta personal, una familia de adopción desestructurada... en definitiva, un sistema patriarcal) que vencen cada obstáculo, cada prejuicios, cada actitud misógina con la que las mujeres deben lidiar día a día en mayor o menor medida.

Quitémosles los poderes, las ballestas, las artes marciales, la penumbra de Gotham o los villanos de cómics. Nos daremos cuenta de que los problemas que enfrentan son los nuestros. Da igual que, al final de Aves de presa, las protagonistas tomen diferentes caminos; que Canario Negro, Cazadora y Montoya formen Aves de presa mientras que Harley y Cass emprenden una nueva aventura en descapotable (algo así como Thelma y Louise, pero con hiena). Ya se han reivindicado a sí mismas como mujeres individuales, independientes, guerreras, unas supervivientes con un mensaje para ti: Nunca subestimes a una mujer.

Aves de presa se estrena el 7 de febrero.

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