Sólo un tercio de las familias que tienen hijos escolarizados en el país y que en la actualidad llevan a cabo un proceso de legalización de su situación en el país obtendrán la regularización, según las estimaciones del ministro francés del Interior, Nicolas Sarkozy.

La estimación de Sarkozy aparece en una entrevista que este martes publicará el diario "Le Figaro" y una parte de la cual ha sido difundida anticipadamente.

La posibilidad de que puedan ser expulsadas de Francia familias en situación irregular que tienen a hijos en escuelas del país ha generado una gran polémica y un amplio movimiento de solidaridad, hasta el punto de que Interior optó por conceder una prórroga para la presentación de solicitudes.

A falta de que concluya el plazo, dentro de poco más de tres semanas, Sarkozy vaticina que los prefectos recibirán unas 20.000 solicitudes de regularización de familias gracias a que sus hijos están escolarizados en Francia.

Para salvarse de la expulsión los aspirantes deben cumplir una serie de exigencias, como que al menos uno de los padres lleve dos años en Francia, que uno de los hijos haya nacido en suelo francés o llegado antes de los trece años de edad y esté escolarizado desde hace un año.

Contra la regularización española

El ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, se esforzó, además, por dejar claro que no habrá una regularización masiva y automática de emigrantes en Francia, por entender que la experiencia de España e Italia demuestra que esa medida ha sido ineficaz y "un error".

"Cuanto más se regulariza más se convoca a las redes que trafican y explotan a seres humanos", afirmó Sarkozy, para quien las legalizaciones masivas son una invitación a la llegada de nuevos extranjeros.

La comparecencia del titular de Interior tiene lugar mientras miles de familias se agolpan ante las prefecturas francesas para solicitar su regularización ante el hueco legal que se ha abierto para el caso de los que tengan hijos escolarizados.