"Cuando abrimos las puertas la gente sale corriendo, como si fueran las rebajas, es totalmente absurdo", afirma César Piña, miembro voluntario de la organización que pudo comprobar de primera mano cómo llegaban los más madrugadores al evento, dispuestos a acomodarse en sus asientos para vivir cuatro días en otro mundo: el que empieza cuando se cruza la puerta del pabellón número cinco.
Minutos antes de la inauguración oficial unos 2.500 'locos' de los ordenadores tienen ya su campamento montado.
Todo vale para distinguirse, desde peluches hasta banderas, pero nada tan sorprendente como una muñeca hinchable que acompaña a uno de los jóvenes.
Allí están también Iván Esteban y David Lozano, dos donostiarras que, en su tercer año acudiendo a la Euskal Encounter, han traído con ellos incluso un pequeño aparato para hacer hamburguesas.
Tras echar un corto vistazo a su alrededor no niegan el tópico que les persigue y reconocen que "todos aquí somos 'frikies', pero los hay megafrikis'".
Test 'frikie'
Tal es la aceptación del término aplicado a la gente que acude a esta clase de eventos que en Internet existe un test 'frikie' para medir el grado de rareza del sujeto que contesta a sus preguntas.
Iván reconoce con una sonrisa que obtuvo el resultado de "Dios Frikie" y, entre bromas, explica que significa que "me falta un uno por ciento para necesitar ayuda psicológica".
Los dos jóvenes han venido con su grupo de competición, dentro del cual cada componente proviene de un lugar distinto de la península.
Competiciones
En estos días se disputarán varias competiciones, tanto entre los propios grupos de amigos como en la zona de profesionales Gamegune.
Los organizadores de la competición profesional de Counterstrike 1.6 -un juego de ordenador de carácter internacional y profesional- Sebastián Radu y Santiago Díaz, consideran que "en el País Vasco hay una cultura de lo que es el game (juego)".
Para ellos la Euskal Encounter tiene menos repercusión mediática que otras macrofiestas como la Campus Party valenciana, pero "a nivel de calidad de personas" la fiesta vasca no tiene parangón.
"Hay más relación, es más personal", explica Santiago que, junto con Sebastián y un pequeño grupo de ayudantes, supervisarán a los 32 equipos que participan en la Gamegune.
Pocas chicas
Además de la informática en sus distintos aspectos, muy pocos olvidan a las chicas en estos cuatro días.
En el recinto escasean, no llegan al 6% según datos de la propia organización.
En las 96 horas oficiales de la Euskal Encounter los asistentes se intercambian programas, conocimientos, experiencias, trucos y, sobre todo, sonrisas y direcciones de contacto.
Y si lo que quieren es abandonar momentáneamente sus asientos y ordenadores, pueden disfrutar de las competiciones de baile, las proyecciones de trabajos de arte digital, la feria de novedades informáticas o tomar el aire por las calles de Barakaldo y Bilbao.
David, Iván, Aitor y Mikel simbolizan a la perfección lo que significa una "party" como la vasca. Vienen de lugares distintos. Ni ellos ni sus respectivos grupos de competición se conocían hasta el sábado, pero quedan para comer juntos y ya hablan de por dónde saldrán esta noche de fiesta.
Las relaciones personales priman sobre la competitividad e Iván, que lo tiene claro, sentencia: "No nos conocemos pero da igual, esto es la Euskal 'party'".
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