Los hosteleros rechazan las reformas por el tabaco

Temen invertir en las reformas, que cuestan unos 30.000 euros, y que luego la ley cambie. Hasta el momento no han pedido licencias de obra.
Septiembre está a la vuelta de la esquina, pero Urbanismo no ha recibido solicitudes de licencias de obras para adaptar bares y restaurantes a la ley antitabaco, sólo algún permiso de reforma, como los que se piden todos los años. Teniendo en cuenta que la gestión se alarga durante varios meses, es imposible que los locales estén adaptados en septiembre.La ley antitabaco establece el 1 de septiembre como fecha límite para que los locales hosteleros de más de 100 m2 separen físicamente las zonas de fumadores y no fumadores.

Sin embargo, los propietarios de bares y restaurantes no están dispuestos a gastar miles de euros para cumplir una ley cuya permanencia, según ellos, no está garantizada. Creen que sería mejor que se prohibiera fumar del todo para no tener que hacer obras.

Más duro en Aragón

«Nosotros aconsejamos no hacer obras porque la ley es débil y seguro que cambia», explica José Luis Yzuel, presidente de la ascoiación de hostelería Horeca. Los hosteleros están pendientes de una reunión con la DGA para precisar cómo se va a abordar este tema y hasta qué punto va a ser estricta la Administración aragonesa, que en su circular de mayo ya advirtió que aplicaría de forma tajante la ley.

En otras comunidades se va a permitir fumar en los banquetes, se podrán instalar cortinas de aire en lugar de construir paredes de separación de espacios, etc., pero en Aragón, no. Los hosteleros creen que la aplicación de la ley está mal planteada.

«Sólo se puede reservar el 30% del espacio para los fumadores, cuando las mesas de no fumadores son siempre las últimas en llenarse. Los que fuman tendrán que agolparse en un tercio del local», señala Jorge Bernués, gerente de la Asociación de Cafés y Bares de Zaragoza.

Ventilación separada y división de la sala

La Ley exige la separación física de las zonas para fumadores, y que no estén obligados a pasar por ellas las personas no fumadoras. Además, deberán disponer de sistemas de ventilación independientes que garanticen la eliminación de humos.

Un tercio del espacio, para los fumadores

La zona habilitada para los fumadores deberá ser inferior al 30% de la superficie total destinada a los clientes. La norma dice que en ningún caso las zonas de fumadores podrán tener una superficie superior a 300 metros cuadrados.

Tienen que estar listos para septiembre

La ley del 1 de enero establecía un plazo de ocho meses para que los establecimientos se adecuaran a la normativa, por eso en septiembre todo deberá estar en orden. Si se detectan irregularidades, las multas pueden llegar hasta 10.000 euros.

Contabilización de todo el local

La valoración del espacio se realizará de acuerdo con la superficie útil acreditada en la licencia de apertura, independientemente del número de actividades que se desarrollen (bar y restaurante), según la circular emitida por el Gobierno de Aragón.

Los que deciden reformar

El bodegón Azoque es uno de los pocos establecimientos que han decidido realizar reformas. Ya tienen el presupuesto y la obra les va a salir por más de 30.000 euros. La remodelación consiste en dividir la sala de forma hermética con una puerta automática. Además, van a instalar dos cabinas de aire independientes, para separar ambas salas, que tendrán la extracción de humos también independiente. «Tendremos que cerrar durante dos semanas en agosto para realizar la reforma, pero el 1 de septiembre estará teminado», señala Luis Sáez, el propietario. Los establecimientos medianos son los que peor lo tienen, ya que los grandes disponen ya de varias salas y pueden seguir sin obras.

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