Dos jóvenes juegan al ping-pong pero en el lugar que debería ocupar la red yace una muchacha desnuda. Un hombre baila travestido de odalisca. Fotos de hombres desnudos que posan en actitud abiertamente gay... Nada nuevo en una exposición de artes plásticas contemporáneas. Los temas son socorridos: el cuerpo, la sexualidad, los problemas de género, el deseo, el trance sensual, el flirteo, el travestismo...
La diferencia es esta vez de origen cultural y, por mucho que le pese a nuestras aparentes corrección y ecuanimidad, también se trata de una diferencia racial. Los setenta artistas de la colectiva Le corps découvert (El cuerpo descubierto), que se acaba de inaugurar en París, son árabes, proceden y viven en países donde, según nos cuentan —casi siempre de manera interesadamente confusa—, el temor al cuerpo desnudo es reverencial y los asuntos relacionados con la sexualidad nunca salen de la alcoba.
Si el arte de China y la India gozan de enorme reconocimiento en los mercados y entre el público occidentales, la plástica árabe se mantiene entre opacos velos que a nadie parece interesar descorrer.
"Revelar una iconografía poco conocida"
La potente y amplia muestra (más de 200 obras) que quiere solventar la desidia occidental, organizada por el Institut du Monde Arabe en su sede parisina —diseñada por Jean Nouvel—, aspira a "revelar una iconografía poco conocida y muy rica", "disipar algunas ideas erróneas y tenaces" sobre el "temor al cuerpo" en los países árabes y mostrar como el presunto tabú de la representación sexual no está ni estuvo presente entre los artistas del último siglo.
Le corps découvert, inaugurada el 27 de abril y en cartel hasta el 15 de julio, es la colectiva temática sobre el cuerpo más ambiciosa de arte visual árabe nunca antes organizada. El objetivo de la muestra es proporcionar a los visitantes un panorama completo sobre el último siglo y revelar a Europa "una materia injustamente ignorada", permitir que exploremos "una tierra incógnita" artística.
En el catálogo de la exhibición, Pascal Amel resalta que la colectiva puede ayudar a "cambiar las imágenes preconcebidas" del mundo árabe y demostrar como los artistas, pese a los intentos de "prohibición religiosa", han logrado expresarse, pese a que la desnudez y el sexo son para el islamismo, como para todas las religiones monoteistas, "puntos ciegos" que se han convertido en yugos creativos.
Los artistas árabes, sobre todo de Egipto y Líbano, viajaron a Italia, Francia, España e Inglaterra desde finales del siglo XIX para formarse en escuelas, facultades y talleres de Bellas Artes. Cuando regresaron a sus países, llevaron consigo la idea de la pintura de la vida. Precursores como los libaneses Saleeby Khalil, Georges Corm y Daud Mustafa Farroukh o el egipcio Georges Sabbagh Hanna hicieron de la representación del cuerpo un motivo recurrente.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios