Los líderes del G8 exigen la liberación de los soldados israelíes y que Hezbolá deponga las armas

Putin charla con Bush durante una de las reuniones del G8 (Efe)
Putin charla con Bush durante una de las reuniones del G8 (Efe)
EFE
Putin charla con Bush durante una de las reuniones del G8 (Efe)

Los líderes del Grupo de los Ocho (G8), los países más industrializados del mundo, aprobaron este domingo una "declaración unánime" sobre la crisis en Oriente Medio, dijo el presidente de Francia, Jacques Chirac. Los líderes inciden en la declaración en la necesidad de aplicar la

resolución 1559, en la liberación de los soldados secuestrados y en el final de los lanzamientos de cohetes contra Israel, según Chirac.

"Es totalmente inaceptable que un gobierno no tenga plena autoridad sobre la totalidad de su territorio", dijo el presidente francés en una rueda de prensa, lo que a su juicio constituye un importante factor de desestabilización.

Según Chirac, en la declaración los líderes del G8 recomiendan que se aplique en su totalidad y en el plazo más breve la resolución 1559 de Naciones Unidas, que reclama la retirada siria del Líbano y el desarme de todas las milicias, incluida Hezbolá.

Al referirse al final del lanzamiento de los cohetes contra Israel, Chirac advirtió que es igual que sean los que se lanzan desde Líbano o los que se arrojan desde Gaza.

Queremos un alto el fuego duradero tanto en Gaza como en Líbano
"El objetivo del G8 era poner fin a la escalada", dijo Chirac, y "la declaración indica a la vez nuestra reprobación y nuestra voluntad de estabilizar la situación y conseguir un
alto el fuego duradero tanto en Gaza como en Líbano".

La canciller alemana, Angela Merkel, confirmó a la prensa la aprobación de la declaración y dijo que es un "fuerte mensaje con un claro contenido político".

El conflicto en Oriente Medio ha condicionado la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del Grupo de los Ocho, cuya primera jornada de trabajo finalizó este domingo.

Desde ayer y durante todo el día de hoy, las diferencias entre los Estados se hicieron patentes e incluso se temió que no hubiera una declaración final.

Así, mientras el presidente de EEUU, George W. Bush, afirmaba el sábado que la mejor manera para poner fin a la crisis era que "Hezbolá deponga las armas", el presidente ruso, Vladimir Putin, manifestaba que tenía la sensación de que Israel "perseguía otros objetivos más amplios que la liberación de sus soldados secuestrados".

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