El pintor valenciano José Saborit propone un recorrido a través de sus cuadros por distintos espacios geográficos que van desde su experiencia más cercana por lugares como Porta-Coeli, l'Albufera o el mar Mediterráneo hasta las islas del sur de Sudamérica e incluso la Antártida, con el objetivo de "provocar" en el espectador las mismas "emociones" que él ha vivió al contemplarlos.

Así lo ha asegurado este jueves el autor durante la presentación de la muestra 'José Saborit. Más al sur', que reúne cerca de un centenar de cuadros en los que ha trabajado durante cuatro años, expresamente para que sean expuestos en el Institut Valencià d'Art Modern (IVAM), donde se exhibirán hasta el 24 de junio, con el patrocinio de las Corts Valencianes.

El artista ha explicado que su pintura "surge de manera bastante emocional e intuitiva" y poco a poco, desde el inconsciente y de la manipulación de la propia pintura va adquiriendo un sentido. "Lo emocional están el origen del proceso: conocer un lugar, sentir algo y desear recrearlo", de modo que "a partir de la emoción sobre un escenario, la pintura pretende provocar la misma sensación en el espectador".

No obstante, Saborit ha confesado que le gustaría que sus cuadros no necesitaran explicación sino que como sucede muchas veces con la música, "sugiriera algo sin necesidad de entenderlo".

A través de óleos sobre telas, acuarelas, dibujos e ilustraciones, la exposición se plantea en cinco bloques diferenciados que arrancan el recorrido en Porta-Coeli, con referencias a Náquera, Serra y la Sierra de la Calderona, para sumergirse después en L'Albufera. Bajo 'El mismo mar' se agrupan las aguas del Mediterráneo, el Atlántico y el Pacífico, mientras entre las 'Insulas Extrañas' de Sudamérica encontramos Punta Arenas e Isla Navarino hasta llegar al continente Antártico, para desembocar en 'Más al sur', "un lugar metafórico".

Este último bloque explora un lugar inexistente dominado por el color blanco, es un espacio "más metafórico" que Saborit se plantea como "un lienzo en blanco, vacío pero emprender un nuevo viaje". En este sentido, ha apuntado que el color blanco pretende ser como un "ayuno, una reflexión o una pausa ante el exceso de imágenes que domina nuestra época, dominada por las pantallas. Paremos en blanco y planteémonos qué imágenes necesitamos", ha sugerido.

Junto a los cuadros, el artista expone en vitrinas algunos de los libros que han influido en su obra, otros que él mismo ha escrito en su faceta literaria y algunos que ha ilustrado.

De este modo, se refleja "el trabajo total del artista", ha destacado su amigo y comisario de la muestra, Carlos Marzal, quien a su vez ha resaltado la "vinculación entre la literatura y las artes plásticas" como "primas hermanas" también en la creación de Saborit.

Precisamente por esta relación entre ambas disciplinas, Marzal ha avanzado que próximamente, mientras la muestra todavía esté expuesta, diversos poetas amigos de José Saborit y vinculados al Mediterráneo realizarán una lectura conjunta. Francisco Brines, Vicente Gallego, Antonio Cabrera, Fernando Delgado, Lola Mascarell y Carlos Marzal serán los autores que darán el recital e intentarán que se sume el propio Saborit, ha avanzado.

Por su parte, la directora gerente del IVAM, Consuelo Císcar, ha subrayado los "perfectos equilibrios de las líneas, espacios y colores" de Saborit que evocan a otros grandes pintores del siglo XIX y XX que, como él, navegaron entre la abstracción y la figuración, como fueron William Turner o Mark Rothko.

Asimismo, se ha referido a su "filosofía reduccionista" para obtener una máxima expresión con un mínimo de recursos mediante la pureza formal, razón por la que, "el blanco de su obra no es silencio" sino que remite a la idea de "empezar un nuevo orden estructural en la naturaleza humana para romper con un pasado cargado de impurezas", ha concluido.