La cámara no miente: es muy guapa. Por su naturalidad, por su desparpajo y por un físico que tiene seducido a Pedro Almodóvar. Blanca Suárez ahora tiene en la cartelera The Pelayos, donde mantiene una relación amorosa con Miguel Ángel Silvestre, su novio en la vida real.

Decimos que no hay trabajo, pero usted no para.

¡Pues no sé por qué! Debo tener una flor en el culo... Espero que me dure toda la vida.

¿Cómo aprendió a ser crupier?

Di clases de ruleta americana, me enseñaron las reglas y cómo se comportan. Ser crupier parece fácil, pero no lo es.

¿Ha ido mucho al casino?

Sí, para aprender. Y vi que hay muchos tipos de jugadores: los que van a pasar un buen rato, los que lo viven como una enfermedad o los que están ocho horas al día y se dedican a ello como una profesión.

¿Qué tal se le da a usted?

Fatal: perdía una media de 20 euros y, una vez, hasta 50. Pero es verdad que con la ruleta te entra una adrenalina especial... Entiendo que esa tensión llegue a enganchar.

Toca hablar de Miguel Ángel Silvestre: coinciden en la película y hasta hay una escena de cama.

¡Se mezclan mucho la ficción y la realidad! Pero tampoco es tan especial: en un rodaje todos los gatos son pardos, y estábamos metidos en un papel.

Los que no se meten en las salas son los espectadores: ¿cómo vive la crisis del cine español?

A nivel personal, tengo mucha suerte: manejo varios proyectos y hasta puedo darme el lujo de elegir. Creo que hay que vivirlo como viene: darlo todo en cada momento, mientras dure, porque el trabajo de actor es temporal: curras un día, pero no sabes qué pasará cuando termine el rodaje.

23 años: ¿lleva una vida muy distinta a la de sus amigas?

Sí, pero siempre he intentado compaginarla con la vida de ellas. Es complicado, sobre todo cuando tengo que hacer una serie, rodar una película o estar de promoción, pero es una cuestión de salud mental.

Más allá del cine, ¿cómo ve la situación del país?

Es extraña... En la calle se respira un ambiente muy triste, y me asusta que todos caigamos en eso. Sé que es difícil estar alegre con lo que está pasando, pero es una pena, con lo rápido que pasa el tiempo, estar así de hundidos. Creo que, entre todos, tenemos que dar un paso adelante, sacar las castañas del fuego y buscar alternativas. El panorama es jodido, pero está en nuestras manos ser astutos y sacar las cosas adelante, porque como nos sentemos a esperar nos van a dar las uvas...

Usted, de momento, vuelve a trabajar con Almodóvar.

Sí, me llamó para pedírmelo él mismo, y me hizo mucha ilusión. No solo por volver a rodar con él, sino porque vuelva a llamarte te deja más tranquila: será porque le gustó la primera vez. Así que lo vives como una recompensa, una afirmación, un subidón... Aunque también es complicado, porque quizá la otra vez salió por casualidad y en esta no puedo meter la pata.