Ciudades españolas con encanto medieval: Baeza

Elegancia y líneas puras en el Palacio de Jabalquín.
Elegancia y líneas puras en el Palacio de Jabalquín.
Turismo y Deporte de Andalucía
Elegancia y líneas puras en el Palacio de Jabalquín.

"De la ciudad moruna / tras las murallas viejas,/ yo contemplo la tarde silenciosa, / a solas con mi sombra y con mi pena". Así le cantó Antonio Machado a Baeza (Jaén), cuyas calles transitó el poeta desde 1912, cuando llegó hasta allí tras su paso por Madrid, París y Soria. Por eso en este año se celebra el centenario de su llegada a la localidad con exposiciones, representaciones teatrales, ciclos de conferencias, lecturas poéticas, un congreso y un concurso de cortometrajes.

Machado puede ser la excusa perfecta para conocer lo mucho que ofrece Baeza, una ciudad que ha visto pasar muchas civilizaciones desde que se asentaron allí sus primeros pobladores prerromanos. Durante la Baja Edad Media, en los siglos XII y XIII, fue escenario de las guerras de cristianos y musulmanes: su muralla fue tantas veces destruida como levantada hasta que Isabel la Católica ordenó el definitivo derribo del alcázar. Siglos de fronteras y de poblamientos alternos que han dejado una huella castellana y árabe en las calles baezanas y que se puede conocer visitando el centro de interpretación de Baeza Medieval en la Puerta de Úbeda.

Un paseo por la ciudad depara multitud de encuentros con grandes joyas arquitectónicas en torno a tres de sus plazas, las de Santa María, la de la Santa Cruz y la del Pópulo. En torno a ellas se encuentran los principales monumentos arquitectónicos: la Catedral, el Palacio de Jabalquinto, la Puerta de Úbeda, el Convento de San Francisco, la Universidad Antigua...

Además, en su espectacular entorno natural, dominado por el mar de olivos que recibe al visitante en esta puerta de entrada a Andalucía, se encuentra el Paraje Natural de la Laguna Grande, otra visita necesaria.

Y si se va a Baeza no se puede dejar pasar la oportunidad de conocer Úbeda, su hermana gemela, que hasta en la piel se parecen: comparten una y otra el mismo tono dorado de sus piedras, el esplendor renacentista de su arquitectura y un gusto por la tapa que el visitante no debe pasar por alto.

La declaración conjunta de Patrimonio de la Humanidad para Úbeda y Baeza confirma el estrecho vínculo entre ambas: están unidas por diez kilómetros de distancia. En Úbeda basta con dejarse llevar por un paseo para toparse con los imprescindible: las plazas Vázquez de Molina y del Mercado, rodeadas de monumentos, y sus diversas iglesias. Un dos por uno de patrimonio, historia y buen comer que conviene considerar.

Algunas pistas

Dónde comer: Restaurante Paquito Díaz; restaurante Vandelvira

Dónde dormir: Hotel Campos de Baeza; casa rural La Morada; Hotel Ciudad del Renacimiento

Fiestas: Centenario de la llegada de Machado (durante todo 2012); Semana Santa (del 1 al 8 de abril); Feria de la Virgen del Alcázar (15 de agosto)

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