Sus padres, Gorka, una hembra que llegó en 2004 procedente del zoo de Budapest (Hungría), y Malabo, un macho nacido en 1991 en la capital, tienen un «comportamiento normal», a pesar de la pérdida, aseguraron fuentes del centro.  Desde Ecologistas en Acción afirman que una adecuada vigilancia podría haber evitado este final.

Los niños que visitan el zoo debían decidir cómo llamar a la bebé gorila. Las propuestas eran Gosha, Gelai y Gombe, que dan nombre a una etnia, un volcán y un parque natural de Tanzania, respectivamente. Quizá ahora sirvan para una próxima cría, ya que dentro de una semana empieza la etapa de celo.

«Instalaciones insuficientes»

Las instalaciones para los cinco gorilas del zoo son «insuficientes», según Ecologistas en Acción. El Proyecto Gran Simio quiere proteger sus derechos y prohibir tenerlos cautivos con fines comerciales.