"No habrá en menos de 20 años una universidad española entre las cien mejores del mundo"

  • Así lo vaticina uno de los expertos designados por el Gobierno para estudiar la reforma de la universidad española.
  • Lo achaca a los recortes en investigación, que están "destruyendo el sistema científico español".
  • Esto será visible, según el experto, cuando "sus responsables" ya no tengan responsabilidades políticas.
  • Pone de ejemplo a Alemania y Francia, que han reforzado las partidas en I+D+i.
Algunos alumnos universitarios.
Algunos alumnos universitarios.
Algunos alumnos universitarios.

El biofísico Félix Goñi, recientemente designado por el Gobierno para integrar la comisión de once expertos que estudiará la reforma de la universidad española, ha advertido de que con los recortes en investigación "nunca habrá, en menos de veinte años, una universidad española entre las cien primeras del mundo".

"Con la disminución enloquecida de los fondos destinados a investigación y las medidas adoptadas a consecuencia de la crisis tanto por el actual Gobierno como por el anterior, están destruyendo el sistema científico español", ha dicho el también catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad del País Vasco (UPV-EHU) en una entrevista.

Dicha "destrucción", según ha explicado, será visible dentro de unos años, cuando "sus responsables" ya no ostenten cargos de ministros ni de diputados.

Como ejemplo de lo que se debería hacer en los actuales tiempos de crisis económica, ha expuesto los casos de Alemania y Francia, países que han reforzado el sistema de Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+i), mientras que el actual Gobierno del PP y el anterior del PSOE han adoptado "medidas opuestas".

También se ha referido al incremento de las tasas universitarias aprobado recientemente por el Consejo de Ministros y se ha mostrado partidario de "seleccionar más a los alumnos, en vez de aumentar los precios", y de establecer el pago completo de los estudios a partir de la tercera convocatoria.

Ha reconocido que esta última medida conduce a que "los ricos, aunque sean tontos, acaben los estudios, pero serán una minoría", según ha precisado.

Con el sistema actual todos los españoles "tienen una beca", ha explicado, porque pagan mucho menos de lo que cuestan los estudios, y ha añadido que "no puede ser que todo el que apruebe la selectividad, que son todos, entre en la universidad, porque bajan los niveles de forma absurda".

"Ninguna gran universidad deja entrar al que quiere, lo más característico de esas universidades es precisamente lo difícil que es entrar", ha dicho.

Los funcionarios-profesores, "un mal terrible"

Sobre la situación actual de la universidad española, el también director de la Unidad de Biofísica de la UPV-EHU ha explicado que uno de sus principales problemas es el sistema de gobierno derivado de un "sistema asambleario" instaurado con la Ley de Reforma Universitaria de 1983, que resulta "dañino porque impide la autoridad".

"Si miramos a las mejores universidades del mundo, en ninguna los profesores, alumnos y personal de la administración elige al rector o a los directores del departamento; tiene que haber autoridad y responsabilidad, y ahora no hay ninguna de las dos porque aquí un decano puede no funcionar, pero si le votan, sigue ahí", ha dicho.

Otro problema unido al sistema de gobierno es la condición de funcionarios de los profesores, "una mal terrible", según ha subrayado, que no conduce a la optimización porque un profesor sabe que "haga lo que haga" mantendrá su puesto de trabajo hasta los 70 años. "Esto tampoco ocurre en ninguna de las universidades a las que nos queremos parecer", ha puntualizado.

Otro punto negro de la universidad española es la ausencia de investigación de calidad, lo que hace que ningún centro español figure entre los 100 primeros del mundo.

Ha destacado que en España "no se salva, ni de lejos, ninguna universidad; no hay ninguna en la lista y no van a estar en veinte años porque cada vez tendrán menos dinero para investigación".

En su opinión, todas las universidades españolas son "muy parecidas", ya que ninguna tiene libertad para elegir a los alumnos —"se tienen que tragar a todos los que aprueban las selectividad"— ni pueden seleccionar a profesores, porque "no pueden pagar más a unos que a otros debido al sistema funcionarial".

Pese a este diagnóstico negativo, el profesor Goñi ha apuntado que su principal consejo en la comisión para el estudio de la reforma universitaria será, "paradójicamente", que "para hacer una verdadera reforma es mejor no tocar nada si no existe un pacto de Estado previo entre los principales partidos políticos y los gobiernos de las comunidades autónomas", una posibilidad que ve lejana.

"Lo que no tiene sentido es que el partido en el poder se aproveche de su mayoría e imponga una reforma que dentro de cuatro, ocho o doce años va a ser modificada por la formación que le sustituya", ha afirmado.

Ha puesto el ejemplo, de nuevo, de las grandes universidades del mundo y ha resaltado que una de sus características es que "nadie se acuerda" de cuándo se reformó su funcionamiento, porque esas reforman tendrían que ser "raras en la historia de la universidad, y en España "ya tenemos demasiadas", ha añadido.

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