¿Por qué el libro electrónico sigue siendo tan caro?

  • Cada editorial tiene su política de precios pero todas ellas están supeditadas a la ausencia de IVA reducido en 'ebooks' y a la ley del precio fijo.
  • En marzo, la Comisión de Cultura del Congreso instó al Gobierno a realizar las gestiones necesarias para reducir el IVA del 18% al 4%.
  • El precio fijo, incluido en la Ley del Libro de 2007, solo les da a los vendedores un margen del 5% de descuento en libros físicos y electrónicos.
Una chica lee un libro electrónico en el 'e-reader' Kindle.
Una chica lee un libro electrónico en el 'e-reader' Kindle.
Amazon
Una chica lee un libro electrónico en el 'e-reader' Kindle.

Día 23 de abril, gran fiesta internacional del libro. ¿Cómo celebrarlo? Recordando a grandes escritores, recomendando lecturas interesantes y, sobre todo, leyendo, ya sea en soporte físico o en un lector de libros electrónicos, uno de esos dispositivos que cada vez se ven con más frecuencia en el transporte público. El papel cuenta con el encanto de la nostalgia, pero el ebook va ganando terreno: ocupa poco espacio, es más ecológico, simplifica los procesos de distribución...

Sin embargo, aunque todo parecen ventajas, aún existe un gran inconveniente que entorpece la implantación de los lectores de libros electrónicos o e-readers, el precio. A pesar del obvio ahorro que supone el libro electrónico tanto en recursos como en producción y distribución, muchos ebooks apenas resultan más baratos que sus ediciones en papel.

De este modo encontramos que la edición de bolsillo de Los pilares de la tierra cuesta 9,86 euros en Amazon.es mientras que su equivalente para Kindle solo baja hasta los 9,02 euros. En la web Popularlibros, La sombra del viento pasa de los 9,86 euros de su versión física a los 8,99 euros de su versión digital. Además, en los casos en los que el ebook es más barato que el libro físico, la diferencia de precio no suele ser mucha. La edición impresa de El Asedio, de Arturo Pérez Reverte, cuesta 10,79 euros en La Casa del Libro mientras que en ebook no es ni dos euros más barato, 8,99. El nombre del viento apenas varía su precio, en El Corte Inglés puede comprarse por 8,96 euros en versión física y por 8,45 euros en su versión para lectores de libros electrónicos.

Las políticas individuales de cada editorial son determinantes en el precio final de los ebooks, pero todas están sometidas a dos condicionantes que dificultan el abaratamiento del libro electrónico: la inexistencia de un IVA reducido como el que se aplica a los libros físicos y la ley del precio fijo.

El IVA superreducido

Uno de los grandes problemas que ha tenido el negocio del libro electrónico desde su origen es su trato diferenciado respecto al sector del libro tradicional. Mientras que las ediciones en papel gozan en Europa de un IVA reducido del 4%, los ebooks están gravados con un impuesto del 18%. La normativa europea impide aplicar reducciones fiscales a los libros electrónicos, ya que a este tipo de transacciones se las considera comercio electrónico y por tanto no se les puede aplicar un tipo superreducido.

Tras numerosas reclamaciones de editoriales, escritores, organismos y grupos políticos, el pasado marzo, la Comisión de Cultura del Congreso instó al Gobierno a realizar las gestiones necesarias en las instituciones europeas para que, con la mayor celeridad posible, se pueda aplicar al libro electrónico el mismo IVA reducido que se aplica a los libros en papel. La iniciativa era una proposición no de ley del grupo de UPyD, que pedía al Gobierno unificar el IVA en los dos formatos del libro. Fue modificada durante el debate y aprobada finalmente por unanimidad, pues todos los grupos coincidieron en que esta diferenciación es "anacrónica".

El diputado de UPyD Toni Cantó explicó que "la aplicación del IVA superreducido a los libros electrónicos va a depender de la voluntad del gobierno de Mariano Rajoy. Otros países de la UE como Francia (7%) y Luxemburgo  (3%) ya lo aplican interpretando que el artículo 98 de la Directiva 2006/112 no es de obligado cumplimiento. En pleno siglo XXI es absurdo que dependiendo el formato del libro el tipo aplicable sea de un 18% o de un 4% y representa además un freno a nuestra industria distribuidora de cultura que, si no se adapta, puede quedar en situación similar a la discográfica".

La ley del precio fijo

A la ausencia del IVA reducido hay que unir un segundo factor que determina en buena medida el precio de los libros electrónicos, la ley del precio fijo. Dicha norma establece como obligatorio el precio de venta de los libros con objeto de evitar actuaciones desleales. Esta ley es la que obliga a que un mismo libro sea vendido al mismo precio en todo el territorio nacional, en todos los puntos de venta y en cualquier época del año.

El texto especifica que "se entienden incluidos en la definición de libro, a los efectos de esta Ley, los libros electrónicos y los libros que se publiquen o se difundan por Internet o en otro soporte que pueda aparecer en el futuro, los materiales complementarios de carácter impreso, visual, audiovisual o sonoro que sean editados conjuntamente con el libro y que participen del carácter unitario del mismo, así como cualquier otra manifestación editorial".

La ley, de 2007, establece que "toda persona que edita, importa o reimporta libros está obligada a establecer un precio fijo de venta al público o de transacción al consumidor final de los libros que se editen, importen o reimporten, todo ello con independencia del lugar en que se realice la venta o del procedimiento u operador económico a través del cual se efectúa la transacción". Uno de los puntos de la norma establece que "el precio de venta al público podrá oscilar entre el 95% y el 100% del precio fijo", es decir, que el vendedor puede realizar un descuento máximo del 5% respecto al precio establecido.

Según el texto oficial publicado por el Gobierno cuando se aprobó la norma, "el Proyecto de Ley consolida el precio fijo de los libros en respuesta a una política decidida de excepcionalidad cultural para garantizar una oferta plural. En España se publican anualmente cuarenta mil títulos que, como patrimonio cultural, se verían en peligro si estuvieran sometidos exclusivamente a las leyes del mercado".

El objetivo de dicha norma es impedir que las pequeñas librerías y distribuidores queden indefensas ante las grandes empresas, que sin esta norma podrían permitirse mayores descuentos y promociones más atractivas y monopolizar el negocio. Sin embargo, este control de la competencia, unido a la cuestión del IVA, está generando extrañas situaciones en el sector del libro electrónico, como el hecho de que la versión anglosajona de un libro —no sujeta a estas medidas— a menudo sea más barata que la versión en castellano. La versión de Los juegos del hambre en español para Kindle cuesta 8,98 euros mientras que en inglés su precio es de 4,70 euros.

Más llamativo resulta que incluso libros escritos en español como La sombra del viento, de Carlos Ruiz Zafón, sean más baratos traducidos al inglés (5,99 euros) que en su idioma original (8,99 euros).

Puesto que parece existir un gran consenso en cuanto a la necesidad de leyes como esta, tan sólo hay dos posibilidades para el abaratamiento de los libros electrónicos: el desarrollo de una normativa específica para los ebooks dentro de la Ley del Libro de 2007 y que permita ampliar la competencia en este sector o la aplicación del IVA superreducido, una medida que lleva varios años pidiéndose y que ahora depende de las actuaciones del Gobierno dentro del marco europeo.

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