Lo que no se ve en el directo: compartiendo camerino con 'El número uno'

  • 20minutos.es ha acudido a una de las galas de 'El Número Uno' el programa de talentos de Antena 3, para comprobar cómo se hace ese espacio en directo.
  • El público, los concursantes y el jurado comparten pasillo y espacio con los miembros del equipo en el plató barcelonés donde se realiza el programa.
Un cámara toma imágenes de una gala en directo del programa 'El Número Uno', de Antena 3.
Un cámara toma imágenes de una gala en directo del programa 'El Número Uno', de Antena 3.
20MINUTOS.ES
Un cámara toma imágenes de una gala en directo del programa 'El Número Uno', de Antena 3.

Mientras usted está en el baño, apurando la vejiga, o recogiendo los cacharros de la cena un lunes cualquiera justo antes de ver su programa favorito, en algún lugar hay centenares de personas trabajando para hacerlo posible. Es el caso de El número Uno, el programa de talentos de Antena 3, en el que un grupo de cantantes lucha cada semana por permanecer en el programa y ganar los 100.000 euros del premio.

La gala de este espacio comienza a las 22.30 horas, pero desde primeras horas de la mañana hay gente trabajando para que el directo sea posible. 20minutos.es ha acompañado al equipo del programa, a los concursantes, al jurado y al público en una de sus emisiones.

Aunque, como decimos, desde temprano se está preparando el programa, la actividad se intensifica a eso de las 19.00 horas. Es cuando los más madrugadores de entre el público comienzan a hacer cola a las puertas de los estudios Media Park en Sant Just Desvern, a unos diez kilómetros de Barcelona.

Al principio unos pocos, quizá los más seguidores de El número Uno, poco a poco, las quinientas personas que caben en el plató hacen una cola que llega al final de la calle. A eso de las ocho menos cuarto los concursantes llegan también al plató. Furgonetas de producción con los cristales tintados o simples taxis les dejan en la puerta, donde se hacen fotos con los que esperan para llenar las gradas del estudio.

Una jornada intensa

Sin embargo, la jornada de los concursantes ha empezado mucho antes. Se levantan temprano para calentar la voz y hacer ejercicios vocales, para descansar después hasta las dos, cuando llegan a plató y comienzan las pruebas de sonido. Después, cada concursante hace un pase de su canción y según van acabando se dirigen a vestuario y maquillaje. Los concursantes tienen un camerino compartido, donde bromean y comentan los avatares de la semana hasta que la gala comienza.

A las ocho de la tarde un miembro del equipo del programa sale con megáfono en mano a dar instrucciones al público: ya van a entrar, si se hace de forma ordenada, tardarán unos 45 minutos en estar todos sentados. Una advertencia importante: serán tres horas y media sin poder ir al servicio ni salir a fumar. De hecho, una vez que todo el público está sentado y poco antes de que comience la gala, se permite a la gente ir al servicio o a la calle, por graderíos, para aguantar mejor. Es lo que los organizadores llaman "hacer lavabos".

A eso de las ocho y media llega al escenario del plató Mateo Vergara, el showman que hace de animador. Él, micrófono en mano, cuenta chistes, canta, interactúa con el público y mantiene el buen ánimo de los espectadores las dos horas que aún restan hasta que empiece el programa. A la entrada a El número Uno no se requisan cámaras de fotos ni móviles (sí se hace en otros espacios), por lo que el animador advierte que no se puede hacer fotos, al menos de momento, en las pausas publicitarias sí se podrán tomar imágenes.

A las nueve de la noche por los pasillos que rodean el plató se puede ver una curiosa mezcla de público que va y viene del servicio, concursantes que ultiman su maquillaje o vestuario e incluso miembros del jurado, compuesto por Miguel Bosé, Ana Torroja, Natalia Jiménez, Sergio Dalma y David Bustamante. De hecho, éste último protagonizó uno de los momentos más emocionantes de la noche, al menos para el público que se cruzó con él en el pasillo, donde levantó un enorme griterío de admiración. "Ay, que guapo, no puedo, no puedo", comentaba una señora de mediana edad emocionada.

Una máquina engrasada

A pesar de que El numero Uno es un espacio que van a ver en directo una media de tres millones de personas nadie en el equipo parece estar excesivamente nervioso a eso de las nueve y media. De hecho, muchos de ellos cenan en la cafetería del estudio, donde también matan el hambre algunos miembros del jurado y los componentes del grupo Macaco, invitados especiales de la noche, junto a Amaia Montero.

Es precisamente en el comedor donde varios miembros del equipo hacen los últimos ajustes al guión a eso de las diez de la noche. Sólo quedan 30 minutos para que comience el espectáculo. El animador explica entonces al público las reglas: no comer mientras se esté en directo, no levantarse, y sobre todo, "ser naturales y disfrutar".

A tan sólo quince minutos de comenzar el directo el cuerpo de baile calienta junto al escenario principal y uno de los bailarines se atreve incluso a contar algún chiste al público. Poco después aparece el regidor y anuncia a voz en grito: "¡Ocho minutos!". Las cámaras se mueven de un lado a otro, las lucen del plató cambian constantemente: son las últimas pruebas técnicas.

Cuando sólo faltan dos minutos para la hora, Paula Vázquez, la presentadora, aparece en el plató. "Vamos a hacer un 'nexcoming'", dice, y se lo explica al público, "es decirle a la audiencia que venimos, venimos, pero todavía no". Además, la presentadora, con la naturalidad de sentirse en casa bromea sobre Gran Hermano, su gran competidor en horario: "No os vayáis a Gran Hermano, que esto es mejor, que yo no hago calvos como Milá, pero tenemos muchos calvos en el programa", bromea divertida.

La Gala comienza y el espectáculo transcurre sin contratiempos, pero a contrarreloj. Los cámaras, los realizadores y los cambios de escenario funcionan como un reloj, gracias a los intercomunicadores que todos ellos llevan encima. Durante la gala, unas cien personas trabajan en perfecta coordinación. Los miembros del jurado aprovechan esas pausas para ir al baño, retocar su maquillaje o charlar animadamente entre ellos.

Es en las pausas publicitarias en las que el animador invita a la gente a sacar sus móviles y cámaras y hacerse fotos e incluso a tuitear sus impresiones sobre la gala. Las actuaciones se suceden y el jurado valora. El tiempo pasa más rápido de lo normal y la gala termina sin contratiempos. A la salida, a los espectadores les esperan varios regalos de marcas comerciales. El espectáculo ha terminado.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento