Dani Mono Loco Carbonell, alma de Macaco, no para: estos días presenta su nuevo álbum, que coincide con la edición de su primer libro, Amor a lo diminuto.

Para abrir el disco ha optado por unos versos de Saramago...

Soy muy fan de Saramago. Además, he tenido la suerte de conocer a Pilar, su mujer, que me ha hecho este regalazo. Es la mejor colaboración de mi vida.

En Love Is the Only Way, su primer single, habla de la felicidad. Parece usted un tipo feliz. ¿Lo es?

Intento serlo. Pero, como todo, hay que trabajarlo. A todos nos pasan cosas buenas y malas, pero hay que adoptar una actitud. El mundo atraviesa un momento complicado. Tengo familiares en paro y he vivido momentos difíciles. Pero, con todo, y aunque no me gustaría estar en la piel de un padre de familia en paro, creo que a veces nos hemos quejado de manera innecesaria. Se puede ver el vaso medio lleno o medio vacío. Yo intento verlo medio lleno.

Le confieso que el estribillo se me ha pegado cual chicle al zapato. ¿Cómo se da con una melodía así de pegadiza?

Nunca se sabe. No tengo un método. A veces parto de una frase, otras, de una palabra... Lo que sí procuro es que la inspiración me pille trabajando.

¿Aquella etiqueta de 'mestizaje', de la que tanto se habló en su día, forma parte del pasado?

Bueno, más allá de etiquetas, creo que lo que perdura son las buenas canciones. Yo siempre digo que intento hacer fusión sin confusión. Mis maestros son Bob Marley, el Gato Pérez, Bob Dylan... Y aunque nunca estaré a su altura, pongo en ello mi corazoncito.

El disco coincide con el lanzamiento de su primer libro de poesía, Amor a lo diminuto. ¿De dónde surge esta nueva aventura artística?

Son pequeños textos que he ido escribiendo mientras estaba de viaje. Si dejas de lado la melodía, aparecen otras cosas. Pero no quiero hablar de poesía, porque me considero un intruso.

Hablando de viajes, ha recorrido el mundo de norte a sur. ¿Si tuviera que escoger un lugar donde quedarse, cuál sería?

No lo sé. Nos vamos mucho fuera, pero aquí hay lugares maravillosos. Yo animo a conocer las cosas nuestras: Andalucía es para morirse, las Canarias son espectaculares, la costa mediterránea, el País Vasco... España es un país de contrastes increíbles. A veces infravaloramos lo bueno que tenemos aquí.

Es usted una persona concienciada y comprometida. ¿A veces es difícil ser coherente?

Sí, pero esa no es más que otra etiqueta que me han puesto. Mi visión social consiste, fundamentalmente, en salir al escenario y que la gente lo pase bien. No creo que la obligación de un artista sea tener un compromiso social. Hay gente que lo hace a nivel público, otros no. Mis canciones no son nada panfletarias. Es tan importante lo que yo diga que lo que diga el panadero. Procuro aplicar eso de "piensa globalmente, actúa localmente". Las grandes evoluciones empiezan por uno mismo: hay que aprender a escuchar, a cambiar y a redibujarnos.

Nació en Barcelona hace 40 años. Su madre dobló al español las canciones de la película Mary Poppins. Fue miembro fundador de Ojos de Brujo. Formó Macaco en 1997. Ha publicado ocho discos, en los que mezcla reggae, rock, rumba, rap...