El público chino se queja de los cortes que ha sufrido la película de James Cameron en su vuelta a la gran pantalla, esta vez en versión tridimensional. Las autoridades asiáticas no han tenido miramientos en eliminar la escena del sutil desnudo de la actriz Kate Winslet, definiéndola como realista y provocativa, y aseguran que lo hacen para evitar que la gente "se toque en los cines".

La tijera de los censores ha hecho estragos en el montaje que los cines chinos proyectan estos días de Titanic, protagonizada en el rol masculino por Leonardo DiCaprio. De hecho, el corte que más irritación ha desatado entre los espectadores del gigante asiático ha sido el que ha sufrido la escena en la que Rose (Winslet) posa desnuda tumbada en un sofá para que Jack (DiCaprio) pinte su retrato.

Pero la censura de los funcionarios de la Administración Estatal de Radio, Cine y Televisión, organismo encargado de velar por la procedencia de los contenidos audiovisuales que se exhiben en China, no ha parado ahí y también se han cortado otras escenas en las que los personajes de Winslet y DiCaprio aparecían con poca ropa o en actitud comprometida.

"Teniendo en cuenta los efectos tan realistas del 3D, nos tememos que los espectadores pueden estirar sus manos para tocarse e interrumpir así la visualización de otras personas", afirma sin tapujos un comunicado emitido por la Administración Estatal de Radio, Cine y Televisión. "En favor de la construcción de un desarrollo armonioso y ético del entorno social, hemos decidido cortar las escenas de desnudez", sentencia el comunicado.

Lo más curioso, y que ha despertado más polémica y comentarios en foros y redes sociales, es que cuando la superproducción de Cameron, la película más taquillera de la historia hasta la llegada de Avatar, se estrenó en China en 1998 se pudo ver el montaje entero, sin ningún tipo de corte o censura.