"Sor María me dijo que la madre quería dar en adopción a la niña por falta de medios"

  • Alejandro Alcalde, padre adoptivo de la 'niña robada' Pilar Alcalde, ha reconocido a sor María como la persona que le entregó a su hija.
  • Dice que solo pagó las facturas médicas de la madre biológica, de la que la monja le dijo que no tenía recursos y quería dar a la niña en adopción.
  • También afirma que la religiosa rehusó darles información sobre la progenitora cuando así se lo requirieron.
  • La madre adoptiva dice que no reconoce su firma en los papeles de adopción.

Alejandro Alcalde, el padre adoptivo de 'niña robada' Pilar Alcalde, ha asegurado este viernes que cuando la religiosa María Gómez Valbuena, sor María, le entregó al bebé le dijo que su madre quería darla en adopción por "falta de medios" para mantenerla, y que nunca le comunicaron que la progenitora no quisiera dar a su hija en adopción, además de que "nunca pagó" por la pequeña.

Alcalde ha comparecido como testigo ante el titular del Juzgado de Instrucción número 47 de Madrid, Adolfo Carretero, que instruye la causa de los llamados 'niños robados' y que mantiene imputada a la religiosa por los delitos de detención ilegal y falsedad en documento público después de que este jueves esta se negara a declarar.El testigo ha relatado que en 1982 su entonces mujer y él acudieron a las Diputaciones Provinciales porque querían adoptar un niño y que fue sor María —que trabajaba como asistente social en la clínica Santa Cristina de Madrid– la que se puso en contacto con ellos para comunicarles "que no se hicieran ilusiones" porque era "muy difícil".

Según la versión de Alcalde, la religiosa les dijo que ella se iba a hacer cargo de buscar una madre que quisiera dar en adopción a su hijo y ha dicho que "a las dos o tres semanas" les llamó diciendo que "había posibilidades de que una mujer con falta de medios quisiera desprenderse de su hijo".

Los padres accedieron a la propuesta de sor María, pero, ha recalcado, que "nunca" pagaron dinero por la adopción, sino que se limitaron a abonar los gastos de manutención de la madre biológica los días que estuvo hospitalizada y de la niña, que estuvo 60 días en la incubadora, que ascendía a unas 80.000 pesetas (unos 480 euros).

Alcalde ha recordado que el documento que acreditaba la adopción de la pequeña Pilar se lo facilitó Sor María y que estaba firmado por el entonces director de la clínica, y ha añadido que tuvieron que certificar solvencia económica para mantener a la niña.

La monja se negó a dar información sobre la madre biológica

El juez también ha tomado también declaración a la madre adoptiva de la niña que ha dicho que la firma que aparece como suya en los documentos de la adopción no lo es realmente, ya que ese escrito con su rúbrica constataba que había estado ingresada en la clínica, lo que ha negado.

Ambos testigos han manifestado que "en ningún momento" se les dijo que la madre biológica, María Luisa Torres, no quisiera dar a su hija en adopción y que siempre siguieron las instrucciones que les dio sor María.

Alejandro Alcalde ha explicado que durante años "iba muy orgulloso a enseñarle" a su hija a sor María "porque nació muy malita" y ha recordado que incluso la religiosa le dijo que "si no la quería" por las posibles secuelas que le quedaran "podían esperar a otro bebé".

"Pero creció bien e iba muy orgulloso a enseñársela porque era la persona que me ayudó a conseguir a mi hija", ha insistido el padre, que ha añadido que la relación con la religiosa se rompió cuando la niña quiso conocer a su madre biológica.

Cuando la monja fue requerida para que les ayudara a localizar el paradero de Torres, ésta rehusó dar algún tipo de dato porque le amparaba la ley.

Para el abogado de la acusación particular que ejerce la madre biológica, Guillermo Peña, estos testimonios les siguen "haciendo sospechar que esa adopción fue irregular, inconsentida y basada en una serie de documentos que no se ajustan a la verdad".

"He estado quince años luchando para que mi hija encuentre a su madre biológica. No es por mí sino por el amor hacia ella, que es feliz encontrando a su madre y a sus hermanas y yo también", ha manifestado el padre a los periodistas.

A preguntas sobre si solicitará un informe caligráfico para comprobar la letra, el letrado no lo ha descartado en aras de comprobar si sor María podría haber incurrido en un delito de falsedad documental.

La monja se niega a declarar

Sor María, de 87 años, abandonó el juzgado escoltada después de que negarse a declarar. El jueves, la religiosa emitió un comunicado en el que rechazaba los hechos que se le imputan y decía que "le repugnaba el robo de bebés". "Considero inadmisible e injustificable en ninguna circunstancia y jamás he tenido conocimiento de la separación de un recién nacido de su madre biológica, realizada bajo coacciones y amenazas", señalaba la religiosa en la carta.

Para Alcalde, el hecho de que la religiosa de 87 años no quisiera declarar puede explicarse por la avanzada edad de la imputada.

La madre biológica de Pilar, María Luisa Torres, denunció que en marzo de 1982 la religiosa María Gómez Valbuena, sor María, le arrebató a su hija en la clínica madrileña Santa Cristina. María Luisa ha manifestado que la religiosa le dijo que le iba a quitar al bebé "por adúltera" y que la amenazó con quedarse con otra de sus hijas si la denunciaba.

Mientras la monja imputada acudía ante el juez, los ministros de Justicia, Interior y Sanidad, y el fiscal general del Estado se reunían con las asociaciones de afectados. El Gobierno anunció entonces que creaía un censo de posibles casos de "niños robados" en España, que incluirá nombre, fecha y lugar de nacimiento, y una base de datos dependiente del Instituto Nacional de Toxicología que permita cotejar los perfiles genéticos de madres e hijos, que es una de las reivindicaciones más antiguas de las víctimas.

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