La aerolínea alemana Air Berlin ha condenado duramente la subida de tasas aeroportuarias adelantada por el Gobierno en el Proyecto de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) porque constituye "un ataque sobre la línea de flotación de las compañías aéreas", según aseguró el director de la compañía para España y Portugal Álvaro Middleman, en rueda de prensa.

El responsable aseguró que con los márgenes de negocio actuales del sector las aerolíneas no pueden absorber este sobrecoste en un entorno de encarecimiento del crudo, por lo que se traducirá en un encarecimiento del billete. "Subirán bastante las tarifas", auguró.

Esto repercutirá directamente en el sector turístico, el único que estaba saliendo a flote de la crisis. "Se está matando a la gallina de los huevos de oro, que es el turismo", sentenció.

El responsable señaló que en un hipotético escenario de salida de Grecia del euro, el retorno a la moneda helena convertiría al país en una alternativa mucho más competitiva que España, por ejemplo, alertando de la probable pérdida de competitividad del sector en un periodo de 24 meses.

Middleman también tuvo palabras contra la aplicación de la directiva comunitaria de emisiones (ETS por sus siglas en inglés) y por sus probables repercusiones negativas en las aerolíneas comunitarias.

"En Europa parece que seguimos pensando que somos el obligo del mundo tomando decisiones de manera unilateral", lamentó el responsable, quien apostó por un acuerdo internacional en el marco de la Organización Internacional de Aviación Civil (OACI).

Recordó que el enfado de otras naciones podría conducir a situaciones como paralización de pedidos de China a Airbus y repercusiones negativas sobre los derechos de tráfico de las aerolíneas europeas.

"Nosotros hemos hecho los deberes", aseguró Middleman, quien recordó que el grupo ha establecido un nuevo récord al cierre del año 2011 con 3,5 litros de consumo de combustible por cada cien kilómetros volados por pasajero.

Middleman respondió también a las acusaciones de convenios lucrativos de la aerolínea con las Comunidades Autónomas y aseguró que lo que ha firmado el grupo son convenios de cooperación de marketing en los que se han puesto a medias los recursos y puso como ejemplo el caso de Baleares, en los que se promociona el destino y se proporciona a la vez una alternativa de transporte.

Este tipo de acuerdos se encuentran "en suspenso" debido a los recortes, adelantó, aunque se mostró esperanzado en que se retomen cuanto antes.

No a la estacionalidad

Las quejas de Middleman alcanzaron también al sector hotelero, al que acusó de potenciar la estacionalidad del sector turístico en las islas al abrir solo los meses de temporada alta. "De seguir así esta tendencia las compañías dejarán de volar en invierno", auguró el responsable, quien lamentó las repercusiones en materia de alternativas de viaje para los residentes.

Middleman cargó también contra el sistema de bonificación por porcentaje de los viajes de los residentes en las islas y señaló que lo único que hace es inflar los precios, y apostó por un sistema de obligaciones de servicio público como "justa compensación" para unos ciudadanos que no disponen ni de AVE ni de autovías.

Sobre el hueco dejado por Spanair en las rutas hacia Baleares, Middleman apostó por la continuidad de la ruta Madrid-Palma de Mallorca pero aseguró que "hay oferta suficiente" para cubrir el vacío dejado por la aerolínea catalana.