Su Alteza Real el Príncipe de Asturias, don Felipe de Borbón, ha visitado este martes el Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo (EADA), la única unidad de la OTAN que ha estado permanentemente en Afganistán desde enero de 2002, y ha recorrido las instalaciones de la Escuela de Técnicas de Seguridad, Defensa y Apoyo (ETESDA), en la Base Aérea de Zaragoza.

Don Felipe de Borbón, ataviado con el uniforme de paseo del Ejército del Aire, ha sido saludado por el jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire, el general del Aire José Jiménez, y ha recibido los honores de ordenanza, tras llegar en helicóptero a la Base poco antes de las 10.30 horas.

Al final de la visita, han acudido a saludar al Príncipe de Asturias la presidenta de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, el delegado del Gobierno en Aragón, Gustavo Alcalde, la vicepresidenta de las Cortes de Aragón, Rosa Plantagenet, y el Justicia de Aragón, Fernando García Vicente, entre otras autoridades.

Además, durante su estancia en el EADA don Felipe de Borbón ha estado acompañado por el Jefe 4º Militar, el teniente general Antonio de la Corte; el jefe de la Base Aérea de Zaragoza, el general de Brigada Francisco Molina, y el jefe del EADA, el teniente coronel Ignacio de Santos.

El Príncipe ha pasado por el control de accesos de una base avanzada expedicionaria, donde ha recibido una explicación de la visita y de las misiones del EADA, que actualmente está en la misión ISAF, en Afganistán, con 36 efectivos, concretamente en Herat, con misiones de escolta de aeronaves y apoyo al aerotransporte, y en Qala-i-Naw, donde proporciona todos los servicios aeronáuticos necesarios.

Asimismo, ha podido ver como dos vehículos han repelido un ataque con un artefacto explosivo gracias a la cámara de un pequeño avión no tripulado, del que luego ha podido conocer una unidad, igual que otros materiales, vehículos y armamento, entre otras cosas.

El brigada Javier Lumbier, miembro de la Sección de Sistemas de Protección del EADA, ha explicado a los medios de comunicación el funcionamiento de la cámara que se utiliza en el avión no tripulado, que "está en servicio desde diciembre de 2009" en este escuadrón y desde febrero de 2010 en zona de operaciones, de forma "ininterumpida desde esa fecha".

"Tiene una autonomía de entre 60 y 90 minutos en vuelo, un radio de acción de diez kilómetros y despliega dos cámaras, una diurna y otra para condiciones de baja luminosidad", volando a 300 pies altura y con "capacidad de vigilar todo el entorno cercano a las bases".

Según ha subrayado, tiene una "utilidad muy grande" porque cumple la función para la que "hasta ahora era necesario tener una persona" de forma que "arriesgamos al mínimo a las personas, se gana en seguridad y también en capacidad de observación".

Demostración de paracaidistas

El Príncipe de Asturias también ha podido contemplar el ejercicio realizado por unos controladores de combate. En total, ocho paracaidistas han hecho esta demostración tras lanzarse de un avión Hércules C-130, que son quienes primero llegan a un terreno donde se quiere instalar una base militar.

El brigada del EADA, Miguel Ángel Canalda, ha precisado en declaraciones a los medios que la instalación de una base empieza "con el lanzamiento de los paracaidistas de controladores de combate" y con "una toma de máximo esfuerzo para que el personal dé seguridad a esos paracaidistas y empiece a operar la base con todas sus funciones", es decir, "entren los aviones con material y personal para montar los diferentes elementos, como comedores, cámaras de seguridad, defensa y zona sanitaria".

Según ha relatado, "somos los primeros en ir porque nos necesitan para el desembarco" de materiales ya que cuentan con una terminal de carga y de pasajeros "para tener control de todo lo que entra en las bases" y, además, también son quienes, al desmontar las bases, realizan "en el control del último material y pasajero que ha salido".

Don Felipe de Borbón ha visitado una pequeña base avanzada que muestra como funciona "una base de despliegue", en las que habitualmente se acoge a unas 400 personas. El brigada Canalda ha precisado que el EADA es una unidad expedicionaria que desde su creación "ha participado en todos los despliegues que ha habido del Ejército del Aire y en apoyo al Ejército de Tierra".

"No siempre hemos participado con defensa antiaérea", si bien "somos autónomos para montar una base completa en seguridad activa y pasiva, con defensa antiaérea y detectores de explosivos".

Su Alteza Real ha visto una demostración tanto de la defensa antiárea de medio y corto alcance, con una ataque simulado a dos F-18, así como a una demostración de detectores de explosivos. Unas cien personas del EADA han participado en esta visita, con quienes don Felipe de Borbón se ha hecho al finalizar una foto de familia.

El EADA está integrado por 360 miembros y es una de las tres unidades paracaidistas del Ejército del Aire, junto con la Unidad de Zapadores de Alcantarilla (Murcia) y la Escuela de Paracaidistas, también con base en Alcantarilla.

Tiene capacidad para desplegar una base "en cualquier punto del mundo, en el momento que España lo necesite, con tal de tener unos metros, alrededor de 900, para que un Hércules o T21 puedan tomar tierra y despegar", ha apuntado el brigada Canalda.

Centro docente militar

El Príncipe de Asturias ha conocido también las instalaciones de la Escuela de Técnicas de Seguridad, Defensa y Apoyo, que es el centro docente militar del Ejército del Aire, encargado de impartir enseñanza en formación y perfeccionamiento en las áreas de seguridad, defensa y apoyo a las operaciones aéreas. Pose unos 1.400 alumnos.

Don Felipe de Borbón ha visitado un aula de simulación de tiro sin munición, otra de seguridad, donde se instruye a los alumnos en video vigilancia y diferente técnicas policiales, y el gimnasio, donde los alumnos realizan entrenamiento y técnicas de defensa personal.

Asimismo, se ha realizado una foto con los responsables de la escuela y, finalmente, se ha trasladado a saludar a las autoridades, encabezadas por la presidenta de Aragón, Luisa Fernanda Rudi.