El Juzgado de lo Penal número 3 de Santander ha condenado a once meses de cárcel y al pago de una multa de 90 euros a un hombre que pegó a sus padres porque no dejaron que su novia se quedara a dormir en casa.

Según se explica en la sentencia, conocida este martes, los hechos ocurrieron en diciembre pasado en la vivienda familiar, cuando el acusado, J.R.F., llegó de madrugada junto a su novia con intención de pasar la noche los dos en el domicilio, pese a que sus padres se lo habían prohibido.

Ante la negativa de sus padres a dejar que la chica se quedara, se inició una discusión durante la cual el procesado forcejeó con su padre y se empujaron mutuamente, llegando a caer el padre sobre la mesa del comedor.

Además, el acusado, que era reincidente porque ya tenía una condena previa por maltrato familiar, empujó a su madre y le dio una patada en el pecho.

Al final, los padres consiguieron sacarle de la vivienda y cerrar la puerta.

El Juzgado le condena ahora como autor de un delito de violencia doméstica, por la agresión a su madre, y de una falta, por el forcejeo con el padre, con la agravante de reincidencia. Le impone una pena de once meses de prisión y multa de 90 euros.

Además, le prohíbe acercarse a menos de 300 metros de su madre o comunicarse con ella en el plazo de dos años, y de seis meses en el caso del padre. Igualmente, no podrá portar o tener armas durante dos años y deberá indemnizar a sus progenitores con un total de 210 euros por las lesiones sufridas.