Los promotores de la construcción de un hipódromo en el Baix Llobregat (Barcelona) plantearán a la Generalitat de Cataluña la posibilidad de vincularlo al macroproyecto de Eurovegas, que impulsa el magnate norteamericano Sheldon Adelson.

El diario Ara publica este jueves que los empresarios que apoyan la instalación de un gran hipódromo en esta comarca catalana propondrán en los próximos días a la Generalitat que la industria del caballo tenga un espacio en el complejo de ocio, en caso de que Adelson decida ubicarlo en Cataluña.

El proyecto del hipódromo lo impulsan, entre otros, el arquitecto Luis Alonso, del estudio de arquitectura Alonso Balaguer, y el empresario del mundo del ocio y fundador de la Asociación Catalana de Tiempo Libre y Cultura, Rafael Salanova. La intención de estos promotores sería complementar la oferta de Eurovegas con carreras de caballos profesionales con apuestas.

La ciudad madrileña de Alcorcón se perfila como favorita para acoger el macrocomplejo de ocio Eurovegas, una idea que algunos alcorconeros ven como una oportunidad para el empleo y de la que otros desconfían, temerosos de que la ciudad se convierta en un foco de delincuencia. El alcalde de Alcorcón, David Pérez, ha asegurado esta semana que es su ciudad la que "más papeletas" tiene para albergar el proyecto y el tema está ahora en boca de los vecinos que dan su opinión a pesar de que apenas se han dado detalles, se quejan.

La presidenta de la Organización Empresarial de Alcorcón (OEA) -que representa a más de 2.500 pymes y autónomos locales- Rosa Cano, asegura que en principio a los empresarios no les disgusta y ven en ello una manera de potenciar a las empresas del municipio, ya que muchas de ellas podrán prestar sus servicios al complejo.

íUna opinión de la que discrepa, José, un hostelero que regenta un bar en el centro urbano y que cree que ésta es la "puntilla" que falta para acabar de hundir al pequeño comercio de Alcorcón. "Me parece el timo de la estampita, la mayoría de los pequeños comercios tienen lo que va a poner ese señor, excepto el juego, y creo que es una hipocresía que a unos se les aplique una legislación y a otros otra", asegura José en alusión a las supuestas exenciones fiscales que demanda el magnate americano.

Éste es uno de los "peros" que también le pone otra vecina, Eva, que discrepa de que en Eurovegas se puedan infringir leyes como la antitabaco o el pago a la Seguridad Social, como -afirma- ha podido leer en los últimos días. El mayor temor de los alcorconeros es, sin embargo, la delincuencia que podría traer parejo el Eurovegas, tanto que algunos como María, de 39 años, se plantea abandonar la ciudad si el proyecto se lleva a cabo. "Vamos a tener en Alcorcón la mayor delincuencia y a toda la mafia, yo tengo una hija y no quiero que eso venga aquí", se queja.

Tampoco lo quieren para sus hijos los vecinos de Campodón, el barrio residencial al que por proximidad más le afecta la instalación de este complejo de ocio, que se instalaría en el Distrito Norte. Eso es lo que afirma el presidente de la asociación de vecinos Unión de Campodón, Tomás Álvarez, que aparte de ver "disuelta" la tranquilidad de su barrio, cree que con Eurovegas vendrá corrupción y delincuencia a todos los lados de la ciudad y el país "porque quien viene a jugar a las cartas no viene y se va", advierte.

Los 250.000 empleos prometidos es lo que hace a algunos vecinos inclinarse a favor del Eurovegas, como es el caso de Patricia, una comercial en paro desde hace un año, dispuesta a trabajar por menos dinero, si con esto tiene "para comer", afirma antes de entrar al INEM. Por su parte, Laura, psicóloga de profesión y también parada, no cree que se vayan a crear 250.000 empleos, ya que es una cifra "desmesurada", opina.

Muy preocupados con el asunto están los sindicatos de la zona, según el secretario de Organización de UGT en la Comarca del Sureste, José María Casero, ya que se está planteando un marco laboral distinto al resto en Eurovegas y "todos los puestos de trabajo que puede crear se pueden convertir en destrucción de los demás". Por su parte, Óscar, que vende cupones de la ONCE en la plaza Príncipe de España, tiene la esperanza de que el complejo de ocio incentive la actividad económica de Alcorcón, aunque lo de repartir suerte "no es ningún negocio", admite.