Hace ya 25 años que un grupo de adolescentes decidió recuperar La Pasión de Alozaina (Málaga), una representación perdida tras la Guerra Civil, en la que los protagonistas eran los vecinos de la localidad y el escenario, las naves de la iglesia de Santa Ana. Para conmemorar las bodas de plata de esta escenificación, que tiene lugar este sábado, a partir de las 21.30 horas en el Pabellón Municipal de Deportes, 140 fotografías recorren 45 comercios de este municipio, mostrando al visitante la historia de esta singular iniciativa, en la que se ofrece una visión particular y diferente de los últimos días de Cristo.

Estas imágenes podrán verse hasta el lunes después del Domingo de Resurrección. Un mural de cuatro instantáneas se muestra en cada comercio con la idea de llevar la representación a la calle, en la que comenzó hace 25 años. Se trata de una iniciativa del Grupo de La Pasión, con la que también se pretende colaborar para la dinamización económica del pueblo, según ha indicado a Europa Press José Miguel Sepúlveda, uno de los jóvenes que impulsó esta iniciativa.

La representación, que pone en escena a unos 40 vecinos de entre siete y 41 años, aparte de los encargados de sastrería, decorados, iluminación o ambientación musical, da un giro a la historia conocida por todos e intenta llevar al público los pensamientos internos de los protagonistas —sus miedos, alegrías, tristezas, desesperación, etcétera—. En ella los personajes se hacen más humanos y convencionales y menos bíblicos.

Así, Judas, Caifás o Pilatos no son depredadores ante su víctima en Alozaina, como ha explicado Sepúlveda. Aparece también una niña rubia de pelo largo y juguetona, que acompaña a Jesucristo desde la entrada a Jerusalén y que resulta ser la muerte representada por la inocencia, o el conocido como El Bicho, un personaje ya clásico en esta representación, que visita a Jesús en el huerto para ofrecerle la vida. Además, se da protagonismo a la mujer con un coro de féminas al más puro estilo del teatro griego. HISTORIA

Todo comenzó el Viernes Santo de 1987 cuando un grupo de quinceañeros salió a la calle delante de la procesión de El Encuentro, representando los juicios con Pilatos, el Calvario y el encuentro con Verónica y con su madre. La acogida fue absoluta y muchos vecinos comenzaron a colaborar con estos jóvenes haciendo túnicas, trajes para los romanos, donando telas, etcétera.

En los años siguientes se fueron incorporando escenas y, además de la representación del Viernes Santo, se incorporó la entrada a Jerusalén en la mañana del Domingo de Ramos. Asimismo, el Lunes y el Martes Santos se podían ver en la Casa de la Cultura algunos milagros, La Última Cena o las escenas del Huerto, el Prendimiento o el Ahorcamiento de Judas. Posteriormente, en el emblemático arco del pueblo se realizaba, incluso, la crucifixión.

El año 2004 fue muy significativo para La Pasión de Alozaina, ya que se convirtió en una obra de teatro. El escenario escogido fue el castillo árabe al pie de la iglesia de Santa Ana, llamado 'El Parque' por su gran plaza, donde el espectador podía disfrutar de escenas desde la Entrada a Jerusalén hasta la Resurrección, con un decorado donde siempre ha predominado el negro de la muerte y el rojo de la sangre e, incluso, el fuego.

El antiguo castillo árabe dio el testigo al Pabellón Municipal de Deportes para evitar las inclemencias del tiempo. La representación conserva, no obstante, el mismo sentido intimista y reflexivo, en la que lo importante son los personajes, entre los que no destacan ni buenos ni malos. Así, en los últimos años La Pasión de Alozaina ha homenajeado a Federico García Lorca con la obra 'Bodas de sangre' durante el velatorio a Cristo yacente, y también al flamenco, a través de tonás en directo durante el camino hacia la cruz del Jesús de Alozaina.