Encorsetada en un vestido de lunares y tutú, Ana Obregón nos recibe para presentar su libro de memorias Así soy yo (Planeta), que ha escrito porque "no sabía ni quién era", asegura.

Curiosamente, cuando se le pregunta si es consciente del personaje que se ha creado en torno a ella responde con un "no" rotundo, aparentemente sorprendida. "Lo único que sé es que soy una mujer que lo único que he hecho toda mi vida es luchar y trabajar y ser buena madre. Es de lo único de lo que soy consciente, por otro lado, la mayoría de las cosas que dicen de mí son mentira".

Reconoce, eso sí, que tuvo una gran necesidad de evadirse de la realidad en su niñez. "No me gustaba lo que tenía a mi alrededor y me lo imaginaba todo diferente. En mi cabeza todo era maravilloso, me iba a donde quería, pero la realidad era otra. Y en mi juego de imaginarme cosas, al final se cumplían. Me di cuenta de que si uno desea las cosas y cree en uno mismo, acaban pasando". ¿Aún le gusta evadirse? Nueva negativa: "Me encanta la realidad que tengo a mi alrededor".

'Fama' es una palabra que la hace resoplar y torcer el gesto con disgusto. "Para mí significa no poder vivir", explica, "el anonimato es la mayor felicidad del mundo, ser capaz de salir a la calle y saber que no te están persiguiendo". Pero admite que no cambiaría su vida: "No creo que las cosas estén escritas, el destino lo puedes cambiar, pero no me arrepiento de mi vida porque si no hubiera sido famosa no hubiera conocido a Alessandro (Lequio) y mi hijo no existiría. Mi hijo es lo fundamental y dudo que hubiera conocido a su padre si hubiera sido una bióloga estudiando en Houston".

¿Tiene inquietudes políticas? "No tengo inquietudes en algo que me decepciona –puntualiza–. A mí todos los políticos me decepcionan: son como los hombres, al final siempre destiñen. Cuando veo el fraude en Andalucía con los ERE me dan ganas de vomitar. No tengo ganas de tener inquietudes políticas porque me cabreo".

En cuanto al actual gobierno, Ana opina: "Los españoles somos santos, nos aguantamos con todo lo que nos ponen. A ver si este gobierno nos saca de verdad de la crisis y dejan de ponerse medallitas. A mí me da igual quien gane, luchad porque no haya paro -dice a los gobernantes-, porque haya una sanidad decente y dejaros de poner medallitas unos a otro".

La crisis le afecta como a todos, asegura: "Todos los actores hemos tenido un recorte en nuestro caché". Y expone su visión de la actualidad: "No soy economista, pero creo que la solución no es hacer huelga, sino tener grandes dosis de esperanza y buscar juntos soluciones".

En su libro de memorias, Obregón pretende que se sepa quién es ella "de verdad", habla de todo lo que la gente ignora de ella, de su niñez y adolescencia, y de cómo ha llegado a ser la persona que es hoy. "Porque la gente cree que esto es tomarse un caramelo y te regalan el primer personaje que haces. He tenido un sueño y he luchado por él", explica.

Admite, no obstante, que ha guardado silencios que se irán con ella "hasta la tumba", sobre temas, personas y "amores" que no han sido públicos.