El musical basado en la vida de la cantante británica Susan Boyle se estrenó en Newcastle (norte de Inglaterra) esta semana. La actriz Elaine C. Smith es la encargada de dar vida en el teatro a Boyle, de 51 años, quien antes de alcanzar el estrellato mundial en 2009 gracias a un concurso de televisión invertía buena parte de su tiempo como voluntaria en una iglesia.

Cuando Boyle interpretó el tema I Dreamed A Dream, del musical Les Miserables en el programa de televisión Britain's got talent, en el que quedó finalista, se convirtió de la noche a la mañana en todo un fenómeno mediático.

En el musical, que se estrenó oficialmente esta semana en el Newcastle Theatre Royal tras varias sesiones exclusivas para la prensa, la propia Boyle se subió al escenario al final de la obra a interpretar dos canciones, por tratarse del estreno, para deleite del público.

El espectáculo cuenta la vida de la escocesa sin obviar algunos de sus momentos más difíciles o dramáticos, desde su infancia en West Lothian (Escocia) hasta su aparición estelar en el citado concurso del canal de televisión ITV hace tres años, pasando por todo el furor mediático cosechado por su inesperado estrellato.

Entre las dificultades con las que se topó Boyle a lo largo de su niñez y adolescencia, la obra recuerda cómo los médicos avisaron a sus padres de que su hija podría haber nacido con daño cerebral.

En el musical, los actores también escenifican la crisis nerviosa que sufrió Boyle justo después de la final del citado concurso televisivo fruto de la presión acumulada.

La actriz protagonista del musical, Elaine C. Smith, indicó a la BBC que "con demasiada frecuencia debido a la clase o la pobreza o a dificultades de aprendizaje o de salud, se descarta a las personas, y Susan para mí representa el otro lado de esto y creo que por eso conecta con la gente y les emociona".

El guion teatral fue adaptado a partir de la biografía de la escocesa y, según Smith, algunas de las frases proceden de la propia Boyle.

Un miembro del público, Pat Lyon, de Hartlepool (Inglaterra), describió la intervención de Boyle como "muy emotiva" y remarcó que la artista "estaba fantástica. No es pretenciosa, es una auténtica señora escocesa que jamás ha olvidado de dónde viene, lo que es adorable".