La batalla a las adicciones sin sustancia se basará en un programa de prevención destinado a escolares de 11 y 12 años, a través del cual se los informará –a ellos y a sus padres– de los riesgos que entraña el uso abusivo de Internet, los videojuegos y el móvil.

En el ámbito de la asistencia, la Agencia Antidroga  creará una nueva comunidad terapéutica para menores drogodependientes y plantea un incremento de las plazas para cocainómanos.

La apuesta de la Agencia Antidroga por la prevención es clara.

En su planificación encaminan las actividades a la lucha contra tres realidades sobre la droga en Madrid: la baja percepción del riesgo, el inicio temprano en la drogodependencia y la fuerte incorporación de la mujer al consumo.