Las FARC, dispuestas a negociar un acuerdo humanitario en Colombia

Las claves:
  • Los rebeldes mantienen secuestrados a 52 militares, una ex candidata presidencial, doce diputados y tres agentes norteamericanos, entre otros.
  • Los cambiarían por unos 600 guerrilleros que están en cárceles en Colombia.
  • Exigen zonas desmilitarizadas y reconocimiento formal.
  • El gobierno pide prudencia.
Soldados del Ejército colombiano junto a los cuerpos de 12 guerrilleros de las FARC caidos en combate en el departamento de Antioquía en 2002. (Foto Fernando Vergara/AFP)
Soldados del Ejército colombiano junto a los cuerpos de 12 guerrilleros de las FARC caidos en combate en el departamento de Antioquía en 2002. (Foto Fernando Vergara/AFP)
20minutos.es
Soldados del Ejército colombiano junto a los cuerpos de 12 guerrilleros de las FARC caidos en combate en el departamento de Antioquía en 2002. (Foto Fernando Vergara/AFP)

"A las FARC les interesa el acuerdo humanitario", declaró el pasado jueves Raúl Reyes, portavoz y uno de los principales líderes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en el transcurso de una entrevista en la que desgranó las condiciones en las que podría llegar a producirse dicho acuerdo.

La "disponibilidad y voluntad política" de las FARC a negociar un acuerdo humanitario para el intercambio de prisioneros con el reelegido presidente de Colombia, Álvaro Uribe, se concretó a lo largo de una exclusiva que el líder guerrillero concedió a TeleSUR , el nuevo canal de televisión que lanzaron hace escasamente un año Venezuela, Brasil, Argentina, y que pretende ser una alternativa a la "colonización informativa" norteamericana.

"Depende de Uribe"

Reyes afirmó que la organización tiene toda la voluntad política de sentarse a negociar, pero que el gobnierno colombiano debe "dar garantías suficientes, sin trampas y sin engaños, que posibiliten el acuerdo". "Y eso depende de él, de Álvaro Uribe", aseguró.


En concreto, las FARC mantienen en su poder a
52 oficiales y suboficiales del Ejército,
una ex candidata presidencial (Ingrid Bethencourt),
doce diputados,
tres "contratistas" (agentes especiales) norteamericanos y varios políticos, y pretenderían intercambiarlos por unos
600 rebeldes detenidos en cárceles colombianas.

Para iniciar las negociaciones, las FARC plantean al gobierno de Uribe, según aseguró Raúl Reyes, tres condiciones:

  • La desmilitarización de los departamentos de Caquetá y Putumayo, en el Valle del Cauca, al sureste de Colombia.
  • La suspensión temporal de las órdenes de captura de los miembros del estado mayor central de la organización rebelde
  • La paralización de las operaciones militares del llamado Plan Patriota, que se desarrollan en Colombia con la ayuda de los Estados Unidos.

Zonas desmilitarizadas

Reyes aseguró que las FARC no aceptarán conversaciones "mientras no haya zonas desmilitarizadas", y pidió a Uribe que reconozca que existe un conflicto interno en Colombia, porque éste no se va a resolver "por la vía militar".

"Nosotros esperamos que el gobierno de Colombia sea consciente de las realidades del país y empiece a reconocer que existe un conflicto armado", señaló el portavoz de las FARC.

El gobierno colombiano recibió el viernes con "prudencia" las declaraciones del portavoz de las FARC.

''Vamos a analizar con mucho cuidado este pronunciamiento de Raúl Reyes y actuaremos en consonancia.

Estas negociaciones es mejor llevarlas a cabo con absoluta prudencia y con total sigilo y vamos a ver qué pasa”, afirmó el vicepresidente, Francisco Santos.

Santos afirmó que le ''parece un cambio importante (de parte de las FARC); nosotros estamos listos para hacer una negociación, pero manejémoslo con prudencia''.

Añadió que el gobierno dejará en manos de su Alto Comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo, los contactos necesarios para que hacer avanzar el tema.

En cuanto al futuro de la organización, aseguró que las FARC "están enteras y siguen dispuestas a luchar por los ideales de Colombia", y advirtió que si Uribe no toma el camino de la paz, se profundizará el enfrentamiento militar y político, junto a una mayor convulsión social en el país.Respuesta oficial: prudencia Darío Echeverri, sacerdote y miembro de la Comisión de Conciliación Nacional, se mostró optimista porque hay ''un nuevo ambiente'' que parece favorecer los contactos de los grupos armados con el Gobierno.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento