Los centros de acceso público a Internet buscan salida a la crisis

Tras la poco conocida denominación de telecentro se encuentran organismos públicos que realizan servicios públicos tales como enseñar y facilitar a determinados grupos (personas mayores, familias sin recursos económicos...) el acceso a las tecnologías de la información.

Pese a realizar importantes servicios sociales, los telecentros de toda España están sufriendo duramente la consecuencias de la crisis, con recortes en equipamiento y en personal y el cierre de algunos centros. Por este motivo, la Asamblea de la Asociación de Comunidades de Redes de Telecentros de España, que agrupa a más de 8,000 telecentros, ha aprobado la puesta en marcha de un plan de acción para evitar el cierre progresivo de los telecentros españoles y plantear una reconversión hacia centros de innovación social centrados en el emprendimiento y la empleabilidad.

La propuesta principal es la realización de una oferta a las comunidades autónomas que han decidido cerrar los Centros de Acceso Público a Internet o telecentros (Asturias, Castilla León, Castilla La Mancha y La Rioja) para asumir desde la asociación la gestión de los mismos, y ofrecer nuevos servicios basados en las necesidades del territorio concreto.

La asociación se comprometerá con las comunidades autónomas que convenien a desarrollar un proyecto para que los telecentros que gestionen sean rentables en el plazo de 5 años. Para ello pondrán en marcha proyectos de innovación y emprendimiento social con el apoyo de tecnologías de la información y la comunicación.

La Asociación también se ha comprometido a ayudar con un plan específico a las redes de telecentros con mayores dificultades y a colaborar con el organismo público Red.es para el desarrollo de proyectos de innovación social y de fomento.

Según un informe de 2011, las redes de centros públicos de acceso a Internet en España han conseguido crear en dos años 2.800 empleos, de los que el 70% se genera en zonas con menos de 10.000 habitantes y entre colectivos con riesgo de exclusión. Así, más del 90% de las actividades en los telecentros se dirigen a mayores de 50 años, a mujeres y a menores, y por encima del 60% a colectivos en riesgo de exclusión social y personas con discapacidad.