La ONU ve la situación en Siria más desoladora y la oposición pide una "intervención militar"

  • Un informe de la ONU denuncia el horror que soporta la población y urge a "romper el ciclo de la violencia" para evitar llegar a una guerra civil.
  • La delegación siria ante la ONU rechaza el documento y responsabiliza de los abusos de derechos humanos a "grupos armados" vinculados a Al Qaeda.
  • El Consejo Nacional Sirio se suma por primera vez a las voces de muchos activistas al pedir una zona de exclusión aérea y una urgente intervención militar".
  • Los rebeldes sirios aseguran haber matado a 250 miembros de las fuerzas del régimen de Bachar al Asad en la localidad de Rankus, a las afueras de Damasco.
Fotografía sin fechar falicitada por los Comités de Coordinación Locales de Siria en la que se ve a un soldado rebelde junto a un blindado gubernamental en la ciudad de Homs, Siria.
Fotografía sin fechar falicitada por los Comités de Coordinación Locales de Siria en la que se ve a un soldado rebelde junto a un blindado gubernamental en la ciudad de Homs, Siria.
EFE
Fotografía sin fechar falicitada por los Comités de Coordinación Locales de Siria en la que se ve a un soldado rebelde junto a un blindado gubernamental en la ciudad de Homs, Siria.

El presidente de la comisión de la ONU que investiga las violaciones de derechos humanos en Siria, Paulo Pinheiro, ha dicho este lunes que la situación en el país es cada vez más desoladora y urgió a "romper el ciclo de la violencia" para evitar que la confrontación armada llegue a una guerra civil.

Al presentar ante el Consejo de Derechos Humanos (CDH) de Naciones Unidas el último informe sobre Siria, Pinheiro denunció que la situación es cada vez más precaria no solo en la provincia de Homs (asediada por fuerzas gubernamentales), sino también en Idlib, Hama, en el área rural de Damasco y en Daraa.

En respuesta, la delegación siria ante la ONU en Ginebra rechazó el informe, acusó a la comisión de "haber caído en la trampa de permitir la instrumentalización de su trabajo con fines políticos" y sostuvo que los llamamientos a una intervención internacional "constituyen el preludio de la partición de Siria". A continuación, responsabilizó de los abusos de los derechos humanos a "grupos armados" en los que dijo que se ha infiltrado el movimiento terrorista Al Qaeda.

Si en algo estuvo de acuerdo el representante del régimen sirio con la comisión investigadora fue en que "no hay alternativa al diálogo nacional que reagrupe a todas las partes para llegar a una reforma sin violencia", aunque enseguida continuó desacreditándola diciendo que sus conclusiones "no tienen base jurídica".

El informe de la ONU

La comisión denuncia en su informe el horror que soporta desde hace meses la población siria, pero señala que también "grupos antigubernamentales han cometido abusos", aclarando, sin embargo, que "hay una gran disparidad entre los medios que estos usan y los que despliegan las fuerzas del Gobierno".

De manera indirecta, Pinheiro se refirió a las acusaciones del régimen sirio de que se está armando desde el exterior a la oposición y dijo que "almacenar violencia, aumentar la militarización y suministrar armas no son la respuesta correcta" a la crisis. En ese sentido, señaló que el Gobierno entregó a la comisión información relacionada con la financiación y provisión de armas a grupos opositores.

Asimismo, consideró que "un diálogo nacional" es esencial para superar la situación actual, aunque reconoció que este tipo de solución "puede no responder a las expectativas y demandas de todas las partes involucradas".

Al comentar el informe en la misma sesión del CDH, el diplomático ruso Mikhail Lebedev coincidió en que la solución a la violencia debe basarse en el "diálogo entre el Gobierno y la oposición".

Asimismo, criticó el "carácter destructivo de las sanciones económicas" contra Siria, por las que varios países occidentales han optado ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo en el Consejo de Seguridad de la ONU sobre sanciones multilaterales. Según Moscú, ese tipo de medidas complica la llegada de ayuda humanitaria en favor de la población.

Annan promete seguir presionando

El ex secretario general de Naciones Unidas y enviado especial de este organismo y la Liga Árabe para Siria, Kofi Annan, ha pedido en Ankara que cesen las masacres de civiles en este país. "El mundo debe mandar un mensaje muy claro y unido para decir que la situación es totalmente inaceptable", dijo Annan al llegar a Ankara, según la agencia Anadolu.

Annan ha pasado dos días en Damasco intentando negociar el fin de la violencia con el presidente sirio, Bachar al Asad, pero aparentemente sin ningún resultado.

El ex secretario general de Naciones Unidas se encuentra en Ankara para reunirse con el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, y mantener conversaciones sobre la situación en Siria. En los últimos días, la llegada de refugiados sirios a Turquía ha vuelto a incrementarse y su número ya sobrepasa los 12.000, tras haber bajado hasta 7.000 en otoño pasado.

Annan también explicó que estaba presionando para conseguir que se envíe ayuda humanitaria a Siria, pero que es un proceso "muy complicado". "Presionaremos más y seguiremos intentándolo; conseguiremos hacer llegar la ayuda humanitaria a Siria y parar las matanzas de civiles", prometió.

"Haremos que todos se sienten en la mesa; empezaremos con un proceso político y llegaremos a una solución. No será fácil, llevará tiempo, pero espero que no sea un proceso demasiado lento", expresó Annan. "No podemos dejar que la violencia continúe mucho tiempo, pero el problema no se resolverá hoy", pronosticó.

Piden una "urgente intervención militar"

Por otro lado, el Consejo Nacional Sirio (CNS), que aspira a encabezar la oposición al régimen de Bachar al Asad, ha pedido en Estambul una "urgente intervención militar" extranjera en Siria para frenar las masacres de personas civiles.

En una rueda de prensa celebrada en Estambul, George Sabra, miembro del CNS y responsable de comunicación de este organismo, leyó un comunicado en la que se denuncia que en las últimas masacres de civiles en Siria "hubo 75 víctimas, de ellas 71 mujeres y niños".

Sabra negó rotundamente que estas matanzas sean responsabilidad de la oposición, tal y como asegura Damasco, y atribuyó su autoría a los shabiha, las milicias al servicio del régimen, calificando de "gran mentira" la versión gubernamental. "Las manifestaciones pacíficas han sido brutalmente reprimidas por el régimen y no han alcanzado su objetivo, de manera que hay que elegir otra vía", manifestó Sabra.

El CNS se suma así, por primera vez, a las voces de muchos activistas de la calle que piden desde hace meses una intervención militar extranjera. "Pedimos una zona de exclusión aérea, pedimos una urgente intervención militar, pedimos que se pare la máquina de matar", manifestó Sabra.

Dirigió el llamamiento especialmente a "Arabia Saudí y Catar y los demás países árabes", pero también a "los amigos de Siria que se reunieron en Túnez y que se reunirán pronto en Estambul" para que hagan todo lo que esté en su poder y frenen a Asad. "La pelota está ahora en el tejado de Naciones Unidas", sentenció.

Ataque de los rebeldes sirios

El Ejército Libre Sirio (ELS) aseguró este lunes haber matado a 250 miembros de las fuerzas del régimen de Bachar al Asad en la localidad de Rankus, en la periferia de Damasco, según informó un dirigente de este grupo rebelde. El 'número dos' del ELS, el coronel Malek al Kurdi, explicó que la operación se desarrolló este domingo por la noche y que entre las víctimas hay agentes de los servicios secretos sirios, de la policía y miembros de los shabiha (matones del régimen).

Por otro lado, al menos 44 personas murieron este lunes en Siria, la mayoría en los feudos opositores de Homs e Idleb, en una nueva jornada de violencia marcada por el hallazgo de 45 cadáveres de mujeres y niños en Homs, una matanza de la que los activistas opositores responsabilizan al régimen y las autoridades a "grupos terroristas".

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