Uno de los 'minotauros' que componen la muestra 'Guinovart Obra' que se inaugura este jueves en la Fundación Antonio Pérez 'se quedará a vivir' en Cuenca y acompañará, según ha explicado María Guinovart, hija del pintor catalán, a otros minotauros —como los de Saura— "que ya viven en la Fundación".

La exposición que se inaugura este jueves y que podrá contemplarse hasta el día 30 de abril, recoge una selección de 45 obras originales de Guinovart, entre las que se encuentra la mencionada donación.

Las obras abarcan tres etapas de la trayectoria de Guinovart: la obra que hizo con referencia al campo de Agramunt, localidad en la que pasó su infancia, con la permanente evocación al trigo, las amapolas, la siega o los rastrojos.

El segundo tema es el mar Mediterráneo y cierra la exposición una muestra de la primera época de Guinovart en la que podemos descubrir al artista que está buscando su propia voz.

Agradecimiento de la diputación

Una muestra que el vicepresidente segundo de la Diputación, Julián Huete, ha calificado como "idónea, pertinente, valiosa y tremendamente respetuosa con el 'ser' cultural que se ha forjado y se está forjando" en Cuenca.

Huete ha agradecido la donación de este minotauro de Guinovart "no por su valor económico, sino por su importancia sentimental que puede tener para quien la dona y por su gran valor cultural".

El vicepresidente de la Diputación también ha querido agradecer al Centro de obra Gráfica Josep Guinovart de Barcelona y el Espacio Guinovart de Agramunt su colaboración para realizar esta exposición y las dos gemelas que quedarán inauguradas mañana en San Clemente, y muy especialmente a las comisarias de las mismas, la propia María Guinovart y Yolanda Alonso.

Huete ha recordado que Guinovart forma parte del elenco de "los mejores" pintores del Siglo XX: la conocida como generación de los cincuenta, que realizan "la más rica, singular y valiosa aportación a la pintura del momento".

Pintores, ha dicho, "del alma humana" ya que sus obras "nos hablan del hombre, de su angustia por vivir, de su relación con la tierra, con Dios, de las ansias de libertad", en la España de la cartilla de racionamiento y la autarquía, por lo que tienen, además "un valor antropológico impresionante", informa la Diputación en nota de prensa.