El padre y el hijo fallecidos el martes a causa de los disparos recibidos durante una disputa vecinal en la plaza Rey Badis de Granada serán enterrados este jueves en el Cementerio Municipal de San José, después de que sus restos hayan llegado este mediodía al camposanto.

Según ha informado a los periodistas el gerente de la Empresa Municipal de Cementerio y Servicios Funerarios de Granada (Emucesa), José Antonio Muñoz, está previsto que el velatorio, para el que se habilitará una sala común para los dos fallecidos, de 65 y 37 años, comience esta tarde y se prolongue hasta el jueves, cuando se celebrará el funeral.

El detenido por su presunta relación en estos hechos, un hombre de 32 años llamado Israel y con antecedentes por amenazas, permanece en dependencias policiales a la espera de pasar a disposición judicial cuando finalice el atestado, lo que puede prolongarse hasta el jueves, según han informado a Europa Press fuentes del Cuerpo Nacional de Policía.

El Grupo de Homicidios de la Policía Nacional se afana ahora en recabar los testimonios de los testigos. También se están realizando inspecciones oculares en las viviendas de las familias implicadas en busca de pruebas, entre ellas el arma con la que se perpetró el crimen, que aún no ha sido localizada.

Los agentes han averiguado que las familias implicadas viven en el mismo bloque de pisos y mantenían desavenencias desde hace tiempo, aunque en este caso el desencadenante de la pelea fue un televisor.

Los hechos ocurrieron sobre las 16,50 horas del martes frente al portal número 1 de la plaza Rey Badis de la capital, y desde entonces se mantiene en la zona un dispositivo policial para evitar conflictos violentos así como para evitar alternaciones de la escena del crimen.

Cuando los agentes y los servicios sanitarios llegaron al lugar de los hechos se encontraron con la víctima más joven ya cadáver, mientras que su padre falleció cuando era trasladado al hospital.

Según las primeras indagaciones, el primer disparo fue dirigido al hombre de 37 años cuando éste, tras discutir presuntamente con el ahora detenido, bajaba las escaleras del edificio para salir a la calle. El padre salió al escuchar los gritos y recibió el otro impacto de bala.

Fuentes vecinales aseguran además que el presunto autor de los hechos culpó inicialmente de los disparos a su hijo de once años, aunque este extremo no está confirmado por la Policía Nacional.

Durante el suceso fue detenido además un segundo hombre por arrojar una piedra a los agentes que habían acudido a la zona, aunque no se descartan nuevos arrestos en relación con estos hechos a lo largo de la jornada.