Los más de 2.500 vecinos de Guadiana del Caudillo han celebrado este sábado su constitución como el municipio número 387 de Extremadura con la vista puesta en un futuro referéndum, que dilucidará si mantiene este nombre o suprime un "apellido" para algunos ilegal.

El Gobierno extremeño, del PP, aprobó el pasado 17 de febrero la segregación de esta entidad local menor de la ciudad de Badajoz sin haberla exigido la supresión de "del Caudillo" de su denominación, precisamente, el motivo por el que el anterior Ejecutivo socialista denegó esta independencia el año pasado.

Sea como fuere, los vecinos de este antiguo poblado de colonización, creado en 1950, han festejado este sábado una independencia que llevan reclamando desde hace diecisiete años y que, además de dotarle de una mayor autonomía de gobierno, les evitará recorrer los 30 kilómetros que les separan de Badajoz para hacer "papeleos".

Sin embargo, la polémica por su nombre ha vuelto a salir a relucir cuando el alcalde de la capital pacense, Miguel Celdrán, ha manifestado a todos los presentes en el acto institucional celebrado este mediodía en la Plaza Mayor: "Mientras dilucidáis como os queréis llamar, ¡viva Guadiana del Caudillo!".

El primer edil de la localidad, Antonio Pozo, del PP, ha expresado que "será el pueblo quien decida, en un referéndum a celebrar próximamente, cómo nos llamaremos", unas palabras que han sido ratificadas acto seguido por el presidente extremeño, José Antonio Monago, para quien Guadiana del Caudillo "ya tiene la madurez suficiente para ser municipio".

Pero previamente, en un acto con militantes en la vecina localidad de Puebla de la Calzada (Badajoz), el secretario general del PSOE extremeño, Guillermo Fernández Vara, ha afirmado que Guadiana del Caudillo se ha convertido en pueblo "sin cumplir los preceptos legales".

Se refería así a la Ley de la Memoria Histórica haciendo un llamamiento al cumplimiento de la legislación porque "si no la cumplimos los políticos, difícilmente podemos pedir a los ciudadanos que la cumplan", algo que también reclamó ayer Izquierda Unida.

Entre los propios vecinos no solo hay opiniones enfrentadas en torno a cómo debe llamarse el pueblo, sino también a la idoneidad de realizar una consulta popular.

Así, Francisco Moreno ha manifestado que un referéndum sobre este asunto es "anticonstitucional" porque es tan "ilógico" como "hacer uno sobre la ley antitabaco en un pueblo donde no guste esta medida".

Para Vicente Corbacho su opinión "no cuenta", pues será la que "diga el pueblo en referéndum", mientras que para Jennifer Rodríguez, una de las adolescentes del pueblo, este tipo de cuestiones "no son nada importantes".

Voces hay para todos los gustos y el guadianero Faustino Plaza afirma que es partidario de quitar la referencia del Caudillo "si también se eliminan el resto de cosas que hizo Franco, los pantanos, el canal de Montijo o los pueblos de colonización".

Otro motivo de polémica ha sido el número final de hectáreas que se ha reconocido a este nuevo municipio, unas 3.000, una cifra muy alejada de las mas 5.000 que, según uno de los vecinos, Francisco Moreno, pertenecía a los antiguos colonos.

A partir de ahora, la Diputación de Badajoz constituirá una junta rectora que dirigirá los designios de este nuevo municipio hasta su independencia definitiva en 2013.