Para el sindicato Anpe, promotor de esta iniciativa, los docentes que llaman al 650 375 050 se sienten abandonados: «Los alumnos amenazan, hay casos de indisciplina y los directores de los centros no quieren saber nada de sanciones disciplinarias para no enfrentarse a los padres», afirma María José Freire, portavoz de Anpe.Cada vez más ansiosos

En vista de la demanda y del alto número de profesores quemados, el Defensor del Profesor ampliará su horario de atención a la vuelta de las vacaciones –descansará durante los meses de julio y agosto–. Y es que sólo en la provincia de A Coruña, un 15% de los docentes sufren cuadros de depresión y ansiedad, según datos del sindicato UGT.

Este agotamiento los lleva a estar alejados de su trabajo durante más de 140 días de baja.

«La situación en Galicia no es tan alarmante como en otros puntos del Estado, aunque hay que estar alerta porque sí existe un germen de indisciplina y violencia en los centros», advierte María José Freire.

Por ello, desde Anpe le piden a la Xunta que realice un seguimiento de los casos para evitar que sigan creciendo.

Piden una ley para la convivencia

Los testimonios del Defensor del Profesor son anónimos, pero le servirán al sindicato Anpe para formular a la Xunta una serie de alegaciones a la futura Lei de Convivencia en el ámbito escolar. Entre ellas estará la de tolerancia cero para los casos de violencia, la creación de aulas de atención individualizada para alumnos con conductas graves o el refuerzo de la autoridad del profesor. Estas medidas deberán ser acompañadas además, según los expertos en educación, por una modificación de la Ley del Menor para que considere un delito el acoso escolar, ya sea al profesor o al resto de sus compañeros.