La comitiva, que salió a las 8.30 por la Puerta de los Palos, llevó un paso más acelerado de lo habitual y hacía su entrada en la Catedral poco después de las 12: «Sí, ha pasado más rápido. Menos mal que no cayeron gotas», dice Francisco, un vecino que la vio en Francos. «Creo que con el nuevo recorrido, al ser más largo, la procesión se ha visto más desahogada. Fue bonito verla por Campana» –dice José, sevillano que hasta hace unos años salía en la comitiva– «pero no ha habido tantos altares como otros años, quizás por temor a la lluvia».De todos modos, y aunque ésta no afectó al Corpus, los nubarrones negros hicieron que la Virgen de la Hiniesta, que presidía el altar de la Plaza de San Francisco, tuviera que ser resguardada dentro del Ayuntamiento poco después de las 13 horas.