La Unión Europea acaba de dar luz verde a un proyecto que se realizará íntegramente en la Región de Murcia y que, coordinado desde el Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura (CEBAS-CSIC), consistirá en ayudar a las empresas de transformados vegetales a tomar decisiones sobre la manera más adecuada de poner en valor los residuos y subproductos orgánicos que generan, ofertándoles para ello toda una serie de tecnologías limpias a su disposición.

Bajo el acrónimo de AGROWASTE, el proyecto se desarrollará durante tres años, en los que se generará una herramienta informática que incluya una base de datos detallada de los residuos que se obtienen en el procesado de fruta y verdura en la Región de Murcia, así como de las tecnologías limpias capaces de valorizar esos residuos y que además sean económicamente viables, para ponerlo todo ello a disposición de los empresarios, según informaron fuentes de Scribae en un comunicado.

De igual forma, AGROWASTE incluye un apartado de demostraciones a escala piloto para empresarios de algunas de las tecnologías más innovadoras con las que valorizar residuos, cuyos principales enfoques serán la identificación de compuestos de interés para proporcionar un valor añadido a ciertos productos alimentarios, aplicaciones en la agricultura como agente de control biológico frente a patógenos de la planta, obtención de energía y obtención de piensos de calidad para alimentación animal.

El proyecto, que alcanza un total de 1,5 millones de euros, está cofinanciado por la UE a través del programa Life+ para fomentar el desarrollo medioambiental, aportando Europa 729.807 euros del total.

Para llevarlo a cabo, se cuenta con la cooperación del Centro Tecnológico Nacional de la Conserva y la Alimentación (CTC) con base en Molina de Segura, y con la Agrupación de Conserveros y Empresas de Alimentación de Murcia, Alicante y Albacete (AGRUPAL), que actúan como beneficiarios asociados.

En la elección de Murcia para ser la base de este proyecto, ha influido su larga tradición en el sector de los transformados de frutas y vegetales, así como el potencial tan interesante que tiene para desarrollar productos a partir de la gran cantidad de residuos agroalimentarios que genera, y que de otra forma no tendrían ninguna utilidad.

Así pues, en menos de tres años, los empresarios del sector podrán contar con una extensa información sobre las diferentes posibilidades tecnológicas que tienen para poner en valor los residuos procedentes de la producción de sus fábricas, incluyendo estudios económicos y de viabilidad en consonancia con la política medioambiental sostenible que quiere difundir la UE entre sus países miembros.