La policía holandesa arrestó este lunes al sospechoso de una amenaza de bomba en el aeropuerto nacional de Schiphol (Amsterdam) que obligó a evacuar las terminales 1 y 2 del aeródromo.

Según la edición digital del diario De Telegraaf, el detenido se habría encerrado en uno de los baños del aeropuerto asegurando estar en posesión de explosivos y amenazando con hacerlos estallar. Sin embargo, tras su detención las fuerzas de seguridad confirmaron que el sujeto no transportaba ningún tipo de bomba.

El hombre, que no portaba documentación, había estado previamente en un bar del aeropuerto, donde se negó a pagar su consumición, según testigos presenciales citados por los medios holandeses. Tras desalojar dos de las tres terminales del aeropuerto, los agentes de la policía procedieron a detenerle en los servicios en los que se había atrincherado.

Las fuerzas de seguridad llegaron a declarar antes la "alerta máxima" en el aeropuerto, donde se desplegaron fuerzas especiales y servicios de emergencia y de bomberos para responder a una posible explosión. Mientras tanto, el tráfico aéreo se vio perturbado ligeramente, con varios vuelos retrasados.

Los aviones, sin embargo, siguieron aterrizando y despegando en todo momento y el servicio de trenes que transita bajo la instalación también siguió funcionando con normalidad. Los viajeros han podido acceder a la instalación a través de la terminal 3 y, según el diario De Volkskrant, no se han vivido escenas de pánico.

Schiphol es el mayor aeropuerto holandés y uno de los principales de toda Europa, con un importante núcleo de vuelos internacionales.