Un 36 por ciento de los castellanoleoneses reconoce que está dispuesto a tener una relación sentimental en el trabajo, según una encuesta que ha elaborado Randstad para establecer una radiografía del profesional de la región en el marco de la celebración la semana que viene de San Valentín.

Así, se consolidan como uno de los españoles menos dispuestos a encontrar el amor en su puesto de trabajo, ya que incluso se sitúan dos puntos porcentuales por debajo de la media nacional (38 por ciento). El estudio destaca que del total de esta proporción, un ocho por ciento contesta afirmativamente siempre y cuando se elimine la posibilidad de tener una relación con su inmediato superior.

Junto con los castellanoleoneses, el 36 por ciento de los andaluces y de los catalanes están dispuestos a tener una relación en el ámbito laboral, así como el 34 por ciento de los canarios. Por su parte, encabezan el ranking asturianos (58 por ciento), gallegos (55 por ciento) y aragoneses (54 por ciento), como los más dispuestos a tener una relación sentimental en este contexto.

A nivel nacional un 30 por ciento de los españoles reconoce que no le importaría tener una relación sentimental en el trabajo. De hecho, esta cifra puede ser incluso mayor, ya que un 8 por ciento estima que no le importaría comenzar una relación más especial con alguien de su oficina siempre y cuando no sea su jefe, lo que eleva la proporción total hasta el 38 por ciento.

Se pone de manifiesto una caída progresiva a nivel nacional en los dos últimos años, con un descenso total de 15 puntos porcentuales desde 2010. Cada vez hay menos gente dispuesta a tener una relación sentimental con un compañero de trabajo, y es que, en algunas empresas, la mezcla entre la esfera personal y la profesional todavía se sigue viendo con cierto recelo.

De hecho, actualmente en nuestro país esta situación no se encuentra regulada por ley, al contrario que en otros países como Estados Unidos, y generalmente sólo se encuentran sentencias judiciales que abogan por el derecho a la intimidad o por la resolución de problemas en materia de conflictos de intereses en las empresas.