El Ayuntamiento de Cuenca ha abierto al tráfico la calle Alfonso VIII, principal vía de acceso al Casco Antiguo de la ciudad, después de cinco días cortada a consecuencia del derribo del muro de la calle Zapaterías, y los autobuses urbano volverán a funcionar con normalidad.

Aunque este miércoles se abre la circulación en los dos carriles de la vía, el jueves solo se mantendrá abierto uno, en los dos sentidos, dado que los trabajos en el muro continúan, y a lo largo de esta jornada se limpiará la zona y se colocarán los semáforos que regulen la circulación del carril habilitado.

La empresa encargada de las obras ha sacado cerca de 84 camiones de escombro con cerca de 1.200 toneladas entre las que no se han encontrado restos arqueológicos de interés, según ha informado en rueda de prensa el portavoz del equipo de Gobierno, Darío Dolz.

El edil ha confirmado que el Consistorio no tiene un proyecto definido para la reconstrucción de este muro ya que las obras han destapado una pared de roca viva "que quizá se pueda aprovechar para la rehabilitación".

"Se nos abre un panorama adicional al aparecer bastante piedra para ver cuál es solución técnica que vamos a dar a ese tramo de muro que ha desaparecido", ha señalado, aunque en todo caso se reconstruirá el acceso desde las escaleras de Andrés de Cabrera y la escalinata que sube de Alfonso VIII a la plaza del Carmen.

A pesar de la apertura al tráfico de la calle Alfonso VIII, la subida por las Casas Colgadas permanecerá abierta para los vehículos de dimensión reducida "por si en algún momento hay que cortar el tráfico de nuevo".